Cómo la mafia nipona dirige la industria del sexo ilegal
El índice de jóvenes niponas sometidas a la industria del sexo crece cada año, afirma Yumeno Nito, directora de la organización Colabo, según la agencia alemana DPA. La organización ayuda a las víctimas del negocio del sexo en Japón, a quienes se conoce como "JK" (estudiante de secundaria).
La mayoría de las colegialas proviene de una sociedad modesta y de familias desestructuradas que están por debajo del umbral de la pobreza, y ofrecen su cuerpo a cambio de dinero. El fenómeno tiene amplia difusión en la tercera economía del mundo. A pesar de las altas multas y el encarcelamiento de hasta 5 años, los hombres japoneses han encontrado otra vía para lograr un contacto sexual a través de internet.
Las mafias ofrecen ayuda a las jóvenes niponas con su formación o con la búsqueda de trabajos decentes, ganándose así la confianza de las chicas. Pero detrás de las palabras de ayuda se esconde la industria sexual.
Según expertos, en los últimos años la policía ha aplicado más esfuerzos contra la prostitución, sin embargo, el problema no se ha solucionado porque el negocio del sexo está bajo el control de la mafia japonesa que prospera evadiendo de la ley.
La directora de la organización llama al Estado y a los voluntarios a apoyar más a las víctimas.