El Estado Islámico se posiciona como un destino vacacional de moda

Arrojarse a las claras aguas del río Tigris desde una roca, nadar en una piscina olímpica, visitar el parque temático de Mosul o disfrutar de la apicultura y la pesca son algunas de las opciones que el Estado Islámico ofrece a quienes se atrevan a viajar hacia las regiones de Siria e Irak controladas por el movimiento. Según el británico 'Daily Mail', el folleto quiere dar la impresión de que existe una normalidad "ajena a la temida policía religiosa, a las ejecuciones en público, la esclavitud sexual y los combates en el frente".

La publicidad turística ha aparecido solo semanas después de que el cabecilla del colectivo terrorista, Abu Bakr al Baghdadi, iniciara un lavado de imagen al prohibir a sus 'súbditos' la publicación de imágenes explícitas de las ejecuciones que perpetran. La meticulosa selección de fotografías, sin embargo, es incapaz de disimular la triste realidad del 'califato'.

Todas las posibilidades de ocio que se ofrecen tienen únicamente a los hombres como destinatarios. A las mujeres se les prohíbe rotundamente meterse en el agua. Un cartel colocado junto a una de las piscinas advierte a los nadadores sobre los castigos que les esperan en caso de que se bañen sin los obligatorios bañadores reglamentarios y camisetas o pronuncien alguna palabra malsonante u oración (lo que será considerado blasfemia).