Sociedad
Un niño indio enfermo mental vive encadenado durante ocho años
Un niño indio de 12 años de edad que sufre de trastornos mentales vivió durante ocho años encadenado en su casa, ya que su familia no puede permitirse pagar el tratamiento que requiere, informa la web India Today.
Bhanwar Lal Meghwal, padre de Pankaj Meghwal, un empleado de una escuela privada del pueblo de Sigada, en la India, explica que el niño permanece todo el tiempo encerrado en una habitación de la casa familiar, amarrado con cadenas y cuerdas para evitar que se haga daño a sí mismo o haga daño a los demás, mientras él está tratando de obtener una ayuda del Gobierno para poder costear los medicamentos.
"Ya que el costoso tratamiento al que lo sometimos varias veces en otras ciudades no dio ningún resultado, nos vimos obligados a mantener a Pankaj encadenado", admite Meghwal.
"Era un niño normal hasta que cumplió cuatro años. Un día empezó a temblar y a gritar. Estuvo enfermo durante unos días y después de esto nunca más volvió a comportarse con normalidad", recuerda.
Según Meghwal, Pankaj empieza a rechinar los dientes y de repente se vuelve violento, como si estuviera en una especie de shock. "Estos ataques se hicieron más frecuentes en los últimos años. Tiraba piedras y trataba de causar daño a la gente que pasa por delante de nuestra casa", añadió.
"Los vecinos empezaron a quejarse. Nos dijeron que teníamos que mantenerlo bajo control. También lanzaba cualquier cosa que encontrara por casa en sus ataques de rabia. No tuvimos más remedio que mantenerlo atado", dijo Meghwal.
El hombre admitió que era muy doloroso para él y su esposa ver a Pankaj encadenado. "Lloramos cuando vemos a nuestros otros dos hijos jugando a su alrededor", dijo.
El padre ha explicado, que la familia gastó todos sus ahorros en el tratamiento del niño. "Todavía estoy pagando más de 3.000 rupias (49 dólares) al mes en sus medicamentos", confiesa, una suma de dinero considerable para un habitante medio de las zonas rurales de India.
Meghwal se queja de que sus esfuerzos por conseguir alguna ayuda del Gobierno no dieron resultado alguno. "Fui a todas las oficinas de la administración de la zona en busca de ayuda, pero no hicieron nada", lamenta.
"Ya que el costoso tratamiento al que lo sometimos varias veces en otras ciudades no dio ningún resultado, nos vimos obligados a mantener a Pankaj encadenado", admite Meghwal.
"Era un niño normal hasta que cumplió cuatro años. Un día empezó a temblar y a gritar. Estuvo enfermo durante unos días y después de esto nunca más volvió a comportarse con normalidad", recuerda.
Según Meghwal, Pankaj empieza a rechinar los dientes y de repente se vuelve violento, como si estuviera en una especie de shock. "Estos ataques se hicieron más frecuentes en los últimos años. Tiraba piedras y trataba de causar daño a la gente que pasa por delante de nuestra casa", añadió.
"Los vecinos empezaron a quejarse. Nos dijeron que teníamos que mantenerlo bajo control. También lanzaba cualquier cosa que encontrara por casa en sus ataques de rabia. No tuvimos más remedio que mantenerlo atado", dijo Meghwal.
El hombre admitió que era muy doloroso para él y su esposa ver a Pankaj encadenado. "Lloramos cuando vemos a nuestros otros dos hijos jugando a su alrededor", dijo.
El padre ha explicado, que la familia gastó todos sus ahorros en el tratamiento del niño. "Todavía estoy pagando más de 3.000 rupias (49 dólares) al mes en sus medicamentos", confiesa, una suma de dinero considerable para un habitante medio de las zonas rurales de India.
Meghwal se queja de que sus esfuerzos por conseguir alguna ayuda del Gobierno no dieron resultado alguno. "Fui a todas las oficinas de la administración de la zona en busca de ayuda, pero no hicieron nada", lamenta.
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