Sociedad
El dinero no da la felicidad, pero la crisis aumenta los suicidios en todo el mundo
La crisis económica de 2008, ha provocado el aumento del número de suicidios a nivel mundial, según han determinado los científicos del Centro de Investigación y Prevención del Suicidio de la Universidad de Hong Kong.
De acuerdo con los investigadores, los resultados del estudio son preocupantes: los desastres económicos han elevado significativamente el listón del número de suicidios a escala global y el mayor porcentaje de ellos lo cometen hombres en el grupo de edad de entre 15 y 45 años (aquellos que, al estar en edad laboral, pueden verse más afectados por los cambios económicos).
Según el máximo responsable del estudio, David Stuckler, el trabajo actual, publicado en la revista médica 'BMJ', es el único de su tipo, ya que analiza los datos obtenidos de forma simultánea en 54 países.
Para su investigación, el equipo de científicos ha utilizado las estadísticas de la base de datos de mortalidad de la Organización Mundial de la Salud, que proporciona información sobre 27 países europeos, 18 de América Latina y América del Norte, 8 de Asia y uno de África. En la primera etapa del estudio, los investigadores, utilizaron una variedad de modelos matemáticos que calcularon la dinámica de los suicidios de la época anterior a la crisis economíca, desde el año 2000.
Después de eso, de la misma manera se calculó la dinámica de suicidios durante los años 2008-2010. Los científicos también tuvieron en cuenta factores tales como el sexo y la edad de las víctimas, su disponibilidad de trabajo y el bienestar financiero.
Cabe señalar, que la tasa general de suicidios entre las mujeres no ha cambiado, manteniéndose en el 1,3% del total de las muertes, mientras que el número de suicidios entre los hombres, ha aumentado significativamente del 2,7% hasta el 3,9% en 2001 y el 5,8% en 2010.
Según los investigadores, uno de los principales indicadores económicos que provocó el crecimiento del nivel de suicidios fue el importante aumento de la tasa de desempleo que tuvo lugar en la mayoría de los países que integran la encuesta desde el año 2008.
El tercer paso fue seleccionar las estadísticas por regiones, ya que los científicos pretendían tener una visión general sobre el porcentaje de suicidios en determinados países del mundo. Los resultados del estudio han demostrado que el mayor crecimiento del número de suicidios se produjo en los Estados de Europa, donde su nivel aumentó en un 16,6%. Los países que más han sufrido el fenómeno fueron los recién ingresados en la Unión Europea.
Otra tendencia interesante es la diferencia significativa en la edad de los suicidas en Europa y EE.UU. Si en el Viejo Mundo, decidieron acabar con su vida en su mayoría personas de entre 15 y 24 años de edad, en el Nuevo, el grupo de la sociedad más afectado por el problema fue de edad considerablemente más avanzada: de 45 a 64 años.
Según los científicos, esta tendencia se asocia con una mayor participación de los jubilados estadounidenses en la vida económica del país, en particular a través su dependencia de los fondos de pensiones y del capital invertido.
En general, el estudio ha demostrado que la crisis financiera de 2008 afectó negativamente la dinámica de suicidios en el mundo. Los países más afectados fueron aquellos donde la tasa de desempleo aumentó considerablemente en los primeros meses después del comienzo del colapso económico.
Según el máximo responsable del estudio, David Stuckler, el trabajo actual, publicado en la revista médica 'BMJ', es el único de su tipo, ya que analiza los datos obtenidos de forma simultánea en 54 países.
Para su investigación, el equipo de científicos ha utilizado las estadísticas de la base de datos de mortalidad de la Organización Mundial de la Salud, que proporciona información sobre 27 países europeos, 18 de América Latina y América del Norte, 8 de Asia y uno de África. En la primera etapa del estudio, los investigadores, utilizaron una variedad de modelos matemáticos que calcularon la dinámica de los suicidios de la época anterior a la crisis economíca, desde el año 2000.
Después de eso, de la misma manera se calculó la dinámica de suicidios durante los años 2008-2010. Los científicos también tuvieron en cuenta factores tales como el sexo y la edad de las víctimas, su disponibilidad de trabajo y el bienestar financiero.
Cabe señalar, que la tasa general de suicidios entre las mujeres no ha cambiado, manteniéndose en el 1,3% del total de las muertes, mientras que el número de suicidios entre los hombres, ha aumentado significativamente del 2,7% hasta el 3,9% en 2001 y el 5,8% en 2010.
Según los investigadores, uno de los principales indicadores económicos que provocó el crecimiento del nivel de suicidios fue el importante aumento de la tasa de desempleo que tuvo lugar en la mayoría de los países que integran la encuesta desde el año 2008.
El tercer paso fue seleccionar las estadísticas por regiones, ya que los científicos pretendían tener una visión general sobre el porcentaje de suicidios en determinados países del mundo. Los resultados del estudio han demostrado que el mayor crecimiento del número de suicidios se produjo en los Estados de Europa, donde su nivel aumentó en un 16,6%. Los países que más han sufrido el fenómeno fueron los recién ingresados en la Unión Europea.
Otra tendencia interesante es la diferencia significativa en la edad de los suicidas en Europa y EE.UU. Si en el Viejo Mundo, decidieron acabar con su vida en su mayoría personas de entre 15 y 24 años de edad, en el Nuevo, el grupo de la sociedad más afectado por el problema fue de edad considerablemente más avanzada: de 45 a 64 años.
Según los científicos, esta tendencia se asocia con una mayor participación de los jubilados estadounidenses en la vida económica del país, en particular a través su dependencia de los fondos de pensiones y del capital invertido.
En general, el estudio ha demostrado que la crisis financiera de 2008 afectó negativamente la dinámica de suicidios en el mundo. Los países más afectados fueron aquellos donde la tasa de desempleo aumentó considerablemente en los primeros meses después del comienzo del colapso económico.
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