Sociedad
Un argentino compra una casa en una subasta y se la devuelve a su propietaria pobre
En el mundo siguen existiendo las almas caritativas. Un argentino llamado Claudio del Valle compró una casa subastada y a continuación se la devolvió a su propietaria, impidiendo de esa forma que se quedara en la calle con sus dos hijos.
Silvina Corzo y sus dos hijos —Brian de 13 años y Camila de 8— habían perdido su casa después de ser estafados con las escrituras de la misma y el Banco de La Pampa dispuso la subasta de la vivienda que ocupaban en Bahía Blanca, informa el diario argentino 'TandilDiario'.
Cuando arrancó la subasta con un precio de partida de 2.000 pesos (unos 350 dólares) la madre de la dueña se desmayó, mientras las apuestas iban creciendo a 10.000, 15.000, 50.000 pesos hasta llegar a los 70.000 pesos. Fue entonces cuando un hombre llamado Claudio del Valle levantó la mano ofreciendo 71.000 pesos (unos 12.200 dólares) y el subastador se la adjudicó.
Segundos más tarde el comprador se acercó a Silvina y le dijo: "Quédese tranquila, yo compré esta casa para ustedes".
Aplausos y llantos, esta vez de felicidad, invadieron la sala. "Es un enviado de Dios. Nadie hace algo así hoy en día. Le voy a estar agradecida de por vida", contó Silvina, emocionada, con sus hijos en brazos, al informativo de Canal Siete.
Sin embargo, esta no es la primera vez que la vida sorprende a esta mujer. El pasado 2 de julio, mientras caminaba junto a su hija por el sector de las vías del ferrocarril próximas al paso a nivel de Don Bosco, fue arrollada por un tren de cargas. Silvina llegó al hospital con ocho costillas fracturadas y una contusión pulmonar, pero milagrosamente ambas salvaron sus vidas.
Cuando arrancó la subasta con un precio de partida de 2.000 pesos (unos 350 dólares) la madre de la dueña se desmayó, mientras las apuestas iban creciendo a 10.000, 15.000, 50.000 pesos hasta llegar a los 70.000 pesos. Fue entonces cuando un hombre llamado Claudio del Valle levantó la mano ofreciendo 71.000 pesos (unos 12.200 dólares) y el subastador se la adjudicó.
Segundos más tarde el comprador se acercó a Silvina y le dijo: "Quédese tranquila, yo compré esta casa para ustedes".
Aplausos y llantos, esta vez de felicidad, invadieron la sala. "Es un enviado de Dios. Nadie hace algo así hoy en día. Le voy a estar agradecida de por vida", contó Silvina, emocionada, con sus hijos en brazos, al informativo de Canal Siete.
Sin embargo, esta no es la primera vez que la vida sorprende a esta mujer. El pasado 2 de julio, mientras caminaba junto a su hija por el sector de las vías del ferrocarril próximas al paso a nivel de Don Bosco, fue arrollada por un tren de cargas. Silvina llegó al hospital con ocho costillas fracturadas y una contusión pulmonar, pero milagrosamente ambas salvaron sus vidas.
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