Sociedad
Sequía, hambre y epidemias amenazan la Tierra: ¿Ataque combinado en el horizonte?
Un proyecto internacional de investigación científica conocido como Inter-Sectoral Impact Model Intercomparison Project (ISI-MIP) trata de comprender la gravedad y la escala de los impactos globales del cambio climático.
El proyecto compara estimaciones de escasez de agua, cosechas, enfermedades, inundaciones, entre otras cuestiones, y a su interacción. Nafeez Ahmed, director ejecutivo del Instituto para la Investigación y Desarrollo de Políticas analiza en su blog las consecuencias de estos fenómenos.
El autor cita a una serie de documentos publicados por the 'Proceedings for the National Academy of Sciences' (PNAS) que muestran que los políticos podrían estar subestimando las consecuencias sociales y económicas del cambio climático debido a la insuficiente atención que prestan a la interconexión de los diferentes riesgos climáticos.
"La incertidumbre derivada de los modelos de impacto es considerable, y mayor que la de los modelos climáticos", reza el estudio, destacando que "casi todo el mundo habitado está amenazado por presiones multisectoriales".
"Casi toda la población mundial está expuesta a la presión multisectorial con el aumento de la temperatura media global de alrededor de 4Cº, con casi el 18% de la población mundial condenada a experimentar una fuerte presión en los cuatro sectores [agua, agricultura, ecosistemas y salud]. Las regiones afectadas se encuentran en Europa, América del Norte, y el sudeste de Asia", agregó.
Otro estudio dirigido por Jacob Schewe de Potsdam concluye que el Mediterráneo, Oriente Medio, el sur de Estados Unidos y el sur de China, por ejemplo, podrían sufrir "una disminución pronunciada de agua disponible", mientras que el sur de India, el oeste de China, y partes de África oriental podrían experimentar un aumento.
Modelos agrícolas actuales estiman que el cambio climático reducirá directamente la producción de cultivos como el maíz, la soja, el trigo y el arroz hasta en un 43% a finales del siglo XXI, lo que supondría una pérdida de entre 400 y 2.600 petacalorías de suministro de alimentos. Sin embargo, la incorporación de modelos hidrológicos revela que la disminución de la disponibilidad de agua dulce representará una pérdida adicional potencial de entre 600 a 2900 petacalorías, acabando con cantidades equivalentes a la oferta total de alimentos de hoy en día.
Los estudios también demuestran que se esperan aumentos de las inundaciones fluviales en más de la mitad de las áreas investigadas, y que la frecuencia de las sequías puede aumentar en más de un 20% en algunas regiones.
"Tenemos un elefante en una habitación: impactos actuales y futuros del cambio climático, pero, extrañamente, muchas personas parecen estar ciegas. Muchos de quienes toman decisiones prefieren hacer la vista gorda a las consecuencias del calentamiento global, mientras que muchos científicos tienden a centrarse en aspectos específicos del cambio climático", opina el profesor Hans Joachim Schellnhuber, director del Instituto de Potsdam.
El autor cita a una serie de documentos publicados por the 'Proceedings for the National Academy of Sciences' (PNAS) que muestran que los políticos podrían estar subestimando las consecuencias sociales y económicas del cambio climático debido a la insuficiente atención que prestan a la interconexión de los diferentes riesgos climáticos.
Europa y América del Norte en riesgo
El documento, cuyo autor principal es Franziska Piontek, del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, explora los impactos relacionados con "el agua, la agricultura, los ecosistemas y la malaria en los diferentes niveles del calentamiento global"."La incertidumbre derivada de los modelos de impacto es considerable, y mayor que la de los modelos climáticos", reza el estudio, destacando que "casi todo el mundo habitado está amenazado por presiones multisectoriales".
"Casi toda la población mundial está expuesta a la presión multisectorial con el aumento de la temperatura media global de alrededor de 4Cº, con casi el 18% de la población mundial condenada a experimentar una fuerte presión en los cuatro sectores [agua, agricultura, ecosistemas y salud]. Las regiones afectadas se encuentran en Europa, América del Norte, y el sudeste de Asia", agregó.
Otro estudio dirigido por Jacob Schewe de Potsdam concluye que el Mediterráneo, Oriente Medio, el sur de Estados Unidos y el sur de China, por ejemplo, podrían sufrir "una disminución pronunciada de agua disponible", mientras que el sur de India, el oeste de China, y partes de África oriental podrían experimentar un aumento.
Colapso agrícola
La escasez de agua tendrá, a su vez, un impacto dramático en la agricultura. Otro estudio del PNAS dedicado a los modelos agrícolas e hidrológicos advierte que la escasez de agua dulce podría duplicar el debilitamiento del cambio climático de los rendimientos mundiales de cultivos alimentarios.Modelos agrícolas actuales estiman que el cambio climático reducirá directamente la producción de cultivos como el maíz, la soja, el trigo y el arroz hasta en un 43% a finales del siglo XXI, lo que supondría una pérdida de entre 400 y 2.600 petacalorías de suministro de alimentos. Sin embargo, la incorporación de modelos hidrológicos revela que la disminución de la disponibilidad de agua dulce representará una pérdida adicional potencial de entre 600 a 2900 petacalorías, acabando con cantidades equivalentes a la oferta total de alimentos de hoy en día.
Los estudios también demuestran que se esperan aumentos de las inundaciones fluviales en más de la mitad de las áreas investigadas, y que la frecuencia de las sequías puede aumentar en más de un 20% en algunas regiones.
"Tenemos un elefante en una habitación: impactos actuales y futuros del cambio climático, pero, extrañamente, muchas personas parecen estar ciegas. Muchos de quienes toman decisiones prefieren hacer la vista gorda a las consecuencias del calentamiento global, mientras que muchos científicos tienden a centrarse en aspectos específicos del cambio climático", opina el profesor Hans Joachim Schellnhuber, director del Instituto de Potsdam.
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