Sociedad
Cardenal español: "La homosexualidad se puede normalizar con tratamiento"
Recién nombrado por el sumo pontífice, el cardenal Fernando Sebastián se estrenó en el cargo hablando de la homosexualidad como de una deficiencia que se cura con tratamiento. Según el clérigo, esta orientación sexual es un defecto del cuerpo humano.
El eclesiástico español, a quien el papa acaba de nombrar cardenal, aseveró en una entrevista al rotativo 'Diario Sur' que la homosexualidad es un defecto: "Con todos los respetos digo que la homosexualidad es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque esta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación. Una homosexualidad que no puede alcanzar ese fin está fallando".
El clérigo sostiene que el cuerpo humano tiene muchas deficiencias. "Yo tengo hipertensión, ¿me voy a enfadar porque me lo digan? Es una deficiencia que tengo que corregir como pueda", especificó el nuevo cardenal. Además, el eclesiástico, de 84 años, añadió que los buenos amigos deben señalar a sus allegados homosexuales el defecto que tienen para así poder ayudarlos, lo que no debe considerarse como una ofensa, sino una ayuda, porque "muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado".
Comentando la famosa frase del papa en la que afirmó que él no era nadie para criticar a los homosexuales, Sebastián dijo que está al lado del pontífice en lo que se refiere al respeto y estima a todas las personas, pero agrega que ni él ni Francisco pueden traicionar o alterar el magisterio tradicional de la Iglesia.
El eclesiástico matizó que una cosa es manifestar acogida y afecto a una persona homosexual y otra es justificar moralmente el ejercicio de la homosexualidad. "La Iglesia no puede cambiar las exigencias de la moral", concluyó el reciente cardinal.
El clérigo sostiene que el cuerpo humano tiene muchas deficiencias. "Yo tengo hipertensión, ¿me voy a enfadar porque me lo digan? Es una deficiencia que tengo que corregir como pueda", especificó el nuevo cardenal. Además, el eclesiástico, de 84 años, añadió que los buenos amigos deben señalar a sus allegados homosexuales el defecto que tienen para así poder ayudarlos, lo que no debe considerarse como una ofensa, sino una ayuda, porque "muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado".
Comentando la famosa frase del papa en la que afirmó que él no era nadie para criticar a los homosexuales, Sebastián dijo que está al lado del pontífice en lo que se refiere al respeto y estima a todas las personas, pero agrega que ni él ni Francisco pueden traicionar o alterar el magisterio tradicional de la Iglesia.
El eclesiástico matizó que una cosa es manifestar acogida y afecto a una persona homosexual y otra es justificar moralmente el ejercicio de la homosexualidad. "La Iglesia no puede cambiar las exigencias de la moral", concluyó el reciente cardinal.
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