Sociedad
Un grupo armado expulsa de sus hogares a una tribu aislada del Amazonas
Un grupo armado ha expulsado de sus hogares a la comunidad indígena de los nukaks, considerado el último pueblo de tradición nómada afincado en Colombia. El grupo, que recorre la Amazonía, no tuvo contacto con el mundo exterior hasta hace 26 años.
En total, ocho familias nukaks se han visto obligadas a abandonar sus casas en una región situada en el sureste de Colombia y actualmente se encuentran refugiadas en campamentos temporales, denuncia la ONG Survival que lucha por los derechos de los indígenas.
La existencia de este grupo nómada de cazadores-recolectores que ha vivido durante décadas entre los ríos Guaviare e Inírida, en el departamento colombiano del Guaviare, en la región del Amazonas, se conoce desde 1988. Su protección pasó a ser desde entonces todo un desafío para las autoridades nacionales, regionales y locales.
Y es que la selva de los nukaks ancestrales se encuentra en una región del país donde se cultiva la hoja de coca con fines no lícitos y en la cual tiene lugar un conflicto armado entre los paramilitares y el Ejército colombiano. Además, expertos señalan que también es una zona en la que se estudia la eventual explotación de petróleo.
Tras el asesinato en 2005 de dos miembros de esta tribu, numerosos se han visto forzados a huir de la selva que estaba siendo invadida por cultivadores de coca y grupos ilegales armados.
Según Survival, desde aquel contacto en 1988, este pueblo indígena no solo se ha visto afectado por enfermedades como la malaria y la gripe sino que ha quedado reducido a menos de la mitad: de unos 1.200 en la década de los 80 a unos 400 en la actualidad. Además, muchos de ellos dependen de las ayudas del Estado para poder sobrevivir.
"Los nukak son uno de los al menos 32 pueblos indígenas de Colombia en inminente riesgo de extinción", alerta la organización.
La existencia de este grupo nómada de cazadores-recolectores que ha vivido durante décadas entre los ríos Guaviare e Inírida, en el departamento colombiano del Guaviare, en la región del Amazonas, se conoce desde 1988. Su protección pasó a ser desde entonces todo un desafío para las autoridades nacionales, regionales y locales.
Y es que la selva de los nukaks ancestrales se encuentra en una región del país donde se cultiva la hoja de coca con fines no lícitos y en la cual tiene lugar un conflicto armado entre los paramilitares y el Ejército colombiano. Además, expertos señalan que también es una zona en la que se estudia la eventual explotación de petróleo.
Tras el asesinato en 2005 de dos miembros de esta tribu, numerosos se han visto forzados a huir de la selva que estaba siendo invadida por cultivadores de coca y grupos ilegales armados.
Según Survival, desde aquel contacto en 1988, este pueblo indígena no solo se ha visto afectado por enfermedades como la malaria y la gripe sino que ha quedado reducido a menos de la mitad: de unos 1.200 en la década de los 80 a unos 400 en la actualidad. Además, muchos de ellos dependen de las ayudas del Estado para poder sobrevivir.
"Los nukak son uno de los al menos 32 pueblos indígenas de Colombia en inminente riesgo de extinción", alerta la organización.
comentarios