Sociedad
Crean 'campamentos sin Internet' en Japón para combatir su adicción
Ocho días de acampada en el bosque sin tocar un ordenador ni un dispositivo móvil: es el 'ayuno de Internet' que sirve como tratamiento en Japón para una adicción que afecta cada vez a más japoneses, especialmente a los jóvenes.
Una decena de adolescentes participaron de forma voluntaria en el primer programa de este tipo puesto en marcha en el país asiático, dijo a la agencia EFE el coordinador del proyecto, el psiquiatra Susumu Higuchi.
Los jóvenes se alojaron en cabañas cerca del monte Fuji, practicaron senderismo y otras actividades al aire libre y prepararon sus propias comidas, todo ello acompañados de tres psicólogos y en el marco de una terapia de grupo cognitiva-conductual.
El método "mezcla el tratamiento con hacerles experimentar el mundo real, el trabajo en grupo y el contacto con la naturaleza", señala Higuchi, director del Centro Médico Nacional Kurihama para Adicciones de Japón.
Los participantes presentaban síntomas de adicción a Internet, definida por el experto como "un uso excesivo o compulsivo" de ordenadores y dispositivos móviles, y acompañado de consecuencias psicológicas, sociales o educativas.
A su llegada al campamento, los adolescentes "eran muy reacios a interactuar entre sí y con los psicólogos", pero al término del mismo "se mostraron habladores, extrovertidos y desarrollaron lazos íntimos entre ellos", destacó el coordinador, quien sin embargo, considera que los "verdaderos efectos del programa se verán a largo plazo".
El 'campamento sin Internet' se puso en marcha por iniciativa de las autoridades niponas a raíz de unas alarmantes estadísticas sobre adicción entre los jóvenes publicadas el año pasado.
Una consulta llevada a cabo entre estudiantes de primaria y secundaria, reveló que el 6,5% de los chicos y el 9,9% de las chicas mostraba "una adicción severa" a la Red. Mientras que en otro sondeo con adultos, el fenómeno afectaba al 4,5% de los hombres y el 3,6% de las mujeres.
Entre sus síntomas se encuentran los trastornos de sueño o alimentarios y el hábito de pasar unas cinco horas al día conectado. Otros trastornos habituales entre los adictos a Internet son el déficit de atención, la hiperactividad, la ansiedad y la depresión, y en algunos casos extremos también se han diagnosticado fobia social o síndrome de Asperger (problemas mentales y conductuales).
Los jóvenes se alojaron en cabañas cerca del monte Fuji, practicaron senderismo y otras actividades al aire libre y prepararon sus propias comidas, todo ello acompañados de tres psicólogos y en el marco de una terapia de grupo cognitiva-conductual.
El método "mezcla el tratamiento con hacerles experimentar el mundo real, el trabajo en grupo y el contacto con la naturaleza", señala Higuchi, director del Centro Médico Nacional Kurihama para Adicciones de Japón.
Los participantes presentaban síntomas de adicción a Internet, definida por el experto como "un uso excesivo o compulsivo" de ordenadores y dispositivos móviles, y acompañado de consecuencias psicológicas, sociales o educativas.
A su llegada al campamento, los adolescentes "eran muy reacios a interactuar entre sí y con los psicólogos", pero al término del mismo "se mostraron habladores, extrovertidos y desarrollaron lazos íntimos entre ellos", destacó el coordinador, quien sin embargo, considera que los "verdaderos efectos del programa se verán a largo plazo".
El 'campamento sin Internet' se puso en marcha por iniciativa de las autoridades niponas a raíz de unas alarmantes estadísticas sobre adicción entre los jóvenes publicadas el año pasado.
Una consulta llevada a cabo entre estudiantes de primaria y secundaria, reveló que el 6,5% de los chicos y el 9,9% de las chicas mostraba "una adicción severa" a la Red. Mientras que en otro sondeo con adultos, el fenómeno afectaba al 4,5% de los hombres y el 3,6% de las mujeres.
Entre sus síntomas se encuentran los trastornos de sueño o alimentarios y el hábito de pasar unas cinco horas al día conectado. Otros trastornos habituales entre los adictos a Internet son el déficit de atención, la hiperactividad, la ansiedad y la depresión, y en algunos casos extremos también se han diagnosticado fobia social o síndrome de Asperger (problemas mentales y conductuales).
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