Sociedad
Aterriza en México el 'palacio volante' en el que se desplazará el presidente Peña Nieto
En medio de la polémica destada por su elevado costo, el nuevo Boeing 787-8 Dreamliner adquirido por la presidencia de México ha aterrizado en México. El avión presidencial, que cuesta 500 millones de dólares, será pagado en los siguientes 15 años.
El nuevo avión presidencial, un Boeing 787-8 Dreamliner, adquirido para uso del presidente de México Enrique Peña Nieto ha aterrizado este jueves en la Base Aérea Militar Número 1, en Estado de México. No obstante, no podrá ser utilizado hasta septiembre del año que viene, debido a que hasta ahora no ha sido suministrado el equipamiento adicional para el avión.
Según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México, el costo total del avión, que medios locales ya han bautizado como el 'palacio volante' es de 6.769.996.885 pesos, es decir, más de 500 millones de dólares. El monto total será pagado durante los próximos 15 años, mientras que el plazo presidencial de Enrique Peña Nieto termina en 4 años.
En el precio se incluye el arrendamiento del avión, el equipo de apoyo terrestre y de rampa, refacciones y accesorios para la aeronave y motores, el equipamiento de la cabina y acondicionamiento de interiores, según los medios mexicanos.
El contrato de la compra fue cerrado en el último mes de la presidencia anterior de Felipe Calderón, pero la nueva Administración no detuvo la operación, argumentando que el avión que se usa ahora es demasiado viejo, ya que suma 27 años de servicio.
Según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México, el costo total del avión, que medios locales ya han bautizado como el 'palacio volante' es de 6.769.996.885 pesos, es decir, más de 500 millones de dólares. El monto total será pagado durante los próximos 15 años, mientras que el plazo presidencial de Enrique Peña Nieto termina en 4 años.
En el precio se incluye el arrendamiento del avión, el equipo de apoyo terrestre y de rampa, refacciones y accesorios para la aeronave y motores, el equipamiento de la cabina y acondicionamiento de interiores, según los medios mexicanos.
El contrato de la compra fue cerrado en el último mes de la presidencia anterior de Felipe Calderón, pero la nueva Administración no detuvo la operación, argumentando que el avión que se usa ahora es demasiado viejo, ya que suma 27 años de servicio.
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