Autoridades belgas publican guías 'discriminatorias' para inmigrantes
La región belga de Flandes es según las guías de integración para inmigrantes "un lugar donde la gente come de forma saludable, pasa gran parte de su tiempo libre dentro de sus casas y no hace ruido después de las diez de la noche". Civilización y respeto son los pilares de la conviencia y si un recién llegado quiere obtener un empleo aquí necesariamente tendrá que aprender a hablar neerlandés.
No es un extracto de una reseña turística o una crónica de viaje, es la nueva ‘Guía de inicio’, un manual informativo entregado al gobierno de Marruecos para que los distribuya entre aquellos marroquíes que tienen permiso de emigrar a Flandes.
“Creo que en este tipo de libros hay un poco de racismo, discúlpeme pero creo que nosotros no fuimos educados de ese modo”, dice Fouad Ahidar, integrante del Parlamento de Flandes.
El árabe no es el único idioma de estos manuales, también habrá versiones en turco y ruso. El material incluye además un video donde los inmigrantes ya establecidos cuentan sus experiencias propias, aunque otros aseguran que sus relatos están plagados de obviedades.
“Cuando dicen que los belgas viven en casas ¿qué quieren decir? ¿Acaso los marroquíes viven en los árboles? Cuando mi vecino belga hace ruido hasta las tres de la mañana porque está borracho, le tengo que entregar la guía y explicarle que aquí en Bélgica no hacemos ruido después de las 10 de la noche. En todo el mundo esto es cuestión de tener sentido común”, agrega Ahidar.
Esta guía es criticada también porque su contenido es demasiado 'básico'. Sus detractores afirman que podría ser un instrumento para difundir ciertos estereotipos sobre los inmigrantes. Sin embargo, quienes la defienden sostienen que contiene información necesaria y que está dirigida a inmigrantes poco cualificados y con un bajo nivel educativo.
“Les decimos que van a venir a instalarse en una sociedad moderna, basada en los principios de la Ilustración, con libertades y derechos para todos, pero también con deberes. Una estricta separación entre religión y Estado. Igualdad entre los sexos, no discriminación y donde la libertad de expresión es una garantía”, asegura Geert Bourgeois, ministro de Integración de Flandes.
Los que apoyan esta 'guía' dicen que es útil para evitar que se generen falsas expectativas sobre Bélgica, mismas que han hecho que la integración no sea efectiva hasta ahora.
“Perfectamente podrá obtener la ciudadanía belga si lo desea, incluso sin saber ninguno de los dos idiomas oficiales del país. Esto creo que refleja por completo lo que ellos llaman 'política de integración', que en realidad no lo es porque finalmente depende de quiénes vienen. Si ellos de verdad quieren integrarse, si realmente quieren adaptarse”, explica Phillip Claeys, del Parlamento Europeo para Flandes.
Cada año arriban a esta región de Bélgica alrededor de 2.500 marroquíes. La mayoría a través de programas de reunificación familiar o matrimonios. Tan pronto como llegan pueden acogerse a un programa de integración establecido por el gobierno local, una iniciativa que se concentra en la enseñanza del neerlandés.
“Seguro que es importante señalar que para integrarse es fundamental hablar neerlandés, para mí no hay dudas al respecto. Pero si tienes un problema con las referencias socio-culturales te explican la situación de manera que puedas encontrar tu lugar, para ello tienes que encajar con cierto modelo cultural”, afirma por su parte el diputado Said Serroukh.
Si de simplificación se trata, los críticos de estos manuales aseguran que el gobierno belga se hubiera ahorrado mucho dinero si junto con el permiso de inmigración hubiera estampado en los pasaportes de los marroquíes el viejo y conocido refrán: ‘A dónde fueres, haz lo que vieres’.