Otro preso con discapacidad mental será ejecutado en EE.UU.
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Un preso diagnosticado como discapacitado mental recibirá este martes la inyección letal en el estado de Georgia pese a las garantías constitucionales que prohíben la aplicación de la pena de muerte a personas con discapacidad intelectual.
Warren Hill, un afroamericano de 52 años, fue condenado a muerte en 1991 por matar a un compañero de prisión mientras cumplía cadena perpetua por el asesinato de su novia. Hill será ejecutado este martes en el estado de Georgia pese a contar con un coeficiente intelectual inferior a la media y haber sido diagnosticado como discapacitado mental por expertos. Más de 20 años después de haber sido declarado culpable de aquel asesinato, sus abogados y activistas de derechos humanos exigen una intervención de último minuto por parte de la Corte Suprema de EE.UU. para evitar su muerte.
Además, los miembros del jurado involucrado en su juicio por asesinato e incluso la familia del hombre al que asesinó en la cárcel han declarado que no quieren que Hill sea ejecutado, señala el diario británico ‘The Guardian’.
Hill iba a recibir la inyección letal el pasado mes de julio, pero una intervención de última hora permitió volver a evaluar el método de ejecución, deteniendo su realización sólo una hora y media antes del momento previsto para su muerte. Tan sólo unos meses más tarde, el estado de Georgia está listo de nuevo para llevar a cabo su ejecución.
GEORGIA DEPARTMENT OF JUSTICE / AFP
El juez Thomas Wilson, señaló el lunes que no consideraría una solicitud de recurso de habeas corpus, dejando en manos de la Corte Superna de Justicia de EE.UU. la única posibilidad de que Hill no sea ejecutado.
Los abogados del condenado han presentado una petición ante la Corte Suprema solicitando su intervención, ya que en 2002 dicha institución se pronunció contra la ejecución de prisioneros con discapacidades mentales. No obstante, dejó a cada estado determinar su propia definición de "discapacitado mental".
En julio de 2012, un prisionero también diagnosticado como discapacitado mental fue ejecutado en Texas, dado que la justicia del estado no reconoció su condición como argumento para impedir el cumplimiento de la sentencia.
