Sociedad
La 'iglesia' para los ateos en Londres toma fuerza
El número de ateos en el mundo crece cada vez más, incluso ha llegado a tal punto que en Londres han creado su propia congregación.
El fundador de esta corriente, el joven humorista Sanderson Jones, insiste en que su iglesia no tiene nada que ver con una secta, es más bien una comunidad de "personas intelectuales".
"Pensamos que sería una pena no disfrutar de las cosas buenas de la religión como, por ejemplo, el sentido de comunidad, únicamente por un desacuerdo teológico", explica Jones, que es el promotor de la ceremonia 'asamblea dominical'.
La Iglesia para los ateos, a pesar de lo extraño que suena la expresión, es cada vez más popular. A la primera reunión asistieron alrededor de 20 personas y ahora cuenta con casi 300 visitantes. Los organizadores han sido invitados a sermonear en otros barrios londinenses, aunque también reciben peticiones de Estados Unidos y Australia.
Aunque todo parece una parodia de las misas tradicionales, los participantes no quieren burlarse de nadie. La filosofía que quieren difundir es disfrutar la vida. Por eso las lecturas del día incluyen lecciones de física sobre el origen del mundo y en vez de salmos se recita poesía y se corean canciones de Queen o los Beatles.
"Si soy ateo no significa que niego los valores comunes de la humanidad. Desde la niñez nos hacen elegir una confesión. Y aquí, al contrario, nadie te limita", explica Richard Janskil, uno de los miembros de la reunión.
La idea de una iglesia atea llega en un buen momento, ya que en la última década el número de personas que no cree en Dios ha crecido el doble en Reino Unido.
"Pensamos que sería una pena no disfrutar de las cosas buenas de la religión como, por ejemplo, el sentido de comunidad, únicamente por un desacuerdo teológico", explica Jones, que es el promotor de la ceremonia 'asamblea dominical'.
La Iglesia para los ateos, a pesar de lo extraño que suena la expresión, es cada vez más popular. A la primera reunión asistieron alrededor de 20 personas y ahora cuenta con casi 300 visitantes. Los organizadores han sido invitados a sermonear en otros barrios londinenses, aunque también reciben peticiones de Estados Unidos y Australia.
Aunque todo parece una parodia de las misas tradicionales, los participantes no quieren burlarse de nadie. La filosofía que quieren difundir es disfrutar la vida. Por eso las lecturas del día incluyen lecciones de física sobre el origen del mundo y en vez de salmos se recita poesía y se corean canciones de Queen o los Beatles.
"Si soy ateo no significa que niego los valores comunes de la humanidad. Desde la niñez nos hacen elegir una confesión. Y aquí, al contrario, nadie te limita", explica Richard Janskil, uno de los miembros de la reunión.
La idea de una iglesia atea llega en un buen momento, ya que en la última década el número de personas que no cree en Dios ha crecido el doble en Reino Unido.
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