Sociedad
Encuentran a un inglés que estuvo esclavizado 13 años en una granja
Un inglés de 43 años fue encontrado en estado de desnutrición después de haber estado trabajando 13 años en una granja galesa.
Darrell Simester, desaparecido hace 13 años, fue localizado en estado de desnutrición y con una deformación en la columna vertebral en una granja de Peterstone, en el sur de Gales, en el Reino Unido.
Parece que durante todo este tiempo estuvo en la localidad trabajando como esclavo, pero lo más sorprendente es que nunca lo encerraron y nunca intentó escapar. Pese a reconocerlo, Simester ha declarado que "tenía miedo de lo que me harían si intentaba huir", según nydailynews.com.
Darrell desapareció en el año 2000, mientras estaba de vacaciones con su novia, que comunicó la desaparición a los padres del chico. Unas semanas más tarde los padres recibieron la llamada de una pareja de irlandeses que dijeron que habían encontrado a su hijo en situación de necesidad y que le habían ofrecido un empleo y alojamiento.
Durante los primeros 8 años, Darrell llamaba a sus padres una o dos veces al año, pero nunca les dijo dónde estaba por miedo a represalias. En 2008 sus padres recibieron su última llamada, tras la cual recorrieron a la ayuda de las autoridades locales.
Y solo este año una mujer informó a la Policía que había visto a un hombre parecido a Darrell trabajando en una remota granja de caballos propiedad de unos ciudadanos irlandeses.
Según el propio Simester, le obligaban a trabajar 12 horas diarias los 365 días del año, dormía en una choza infestada de ratas y tenía que asearse en un canal porque no disponía de agua corriente.
Parece que durante todo este tiempo estuvo en la localidad trabajando como esclavo, pero lo más sorprendente es que nunca lo encerraron y nunca intentó escapar. Pese a reconocerlo, Simester ha declarado que "tenía miedo de lo que me harían si intentaba huir", según nydailynews.com.
Darrell desapareció en el año 2000, mientras estaba de vacaciones con su novia, que comunicó la desaparición a los padres del chico. Unas semanas más tarde los padres recibieron la llamada de una pareja de irlandeses que dijeron que habían encontrado a su hijo en situación de necesidad y que le habían ofrecido un empleo y alojamiento.
Durante los primeros 8 años, Darrell llamaba a sus padres una o dos veces al año, pero nunca les dijo dónde estaba por miedo a represalias. En 2008 sus padres recibieron su última llamada, tras la cual recorrieron a la ayuda de las autoridades locales.
Y solo este año una mujer informó a la Policía que había visto a un hombre parecido a Darrell trabajando en una remota granja de caballos propiedad de unos ciudadanos irlandeses.
Según el propio Simester, le obligaban a trabajar 12 horas diarias los 365 días del año, dormía en una choza infestada de ratas y tenía que asearse en un canal porque no disponía de agua corriente.
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