Cuatro años de heroísmo
El 22 de junio de 1941 las tropas alemanes atacaron la URSS. Así inició el etapa de la Segunda Guerra mundial que en Rusia recibió el nombre de “Guerra Patria” porque entró en cada casa y afectó a toda la población del país. No hubo ni una familia que no hubiera perdido a alguien, o tuviera heridos o desaparecidos. Los enormes territorios del país fueron ocupados, destruyeron miles de ciudades y aldeas y monumentos inestimables de cultura y arte.
No es sólo la página más trágica en la historia de Rusia y del mundo, sino al mismo tiempo es una gran historia sobre la valentía y hazañas del pueblo soviético que resistió contra el fascismo.
Con su marcha victoriosa, el Wermacht pasó por Europa; ejércitos enteros prácticamente deponían las armas sin combatir ante la potencia de los hitlerianos. Dinamarca se defendió contra la invasión fascista sólo un día; Bélgica, resistió 19 días; Francia, 44, y Noruega, sólo dos meses. Solamente en el frente Oriental la situación cambió.
Aquí, aunque se sufrían derrotas y retrocesos durante los primeros meses, lucharon hasta el último soldado, incluso mujeres, ancianos y niños. Hitler no consiguió romper la resistencia del pueblo soviético, ni con la industria alemana trabajando a su máximo rendimiento, ni con el 60 % y hasta el 90 % de las divisiones alemanas desplegadas en el frente Oriental.
La ayuda pecuniaria de los países-aliados a la URSS fue grande; los EE. UU. y Gran Bretaña empezaron a traer desde 1941 la técnica, los productos alimenticios y la producción industrial. Además, Roosevelt y Churchill prometieron a Stalin abrir el segundo frente, tomar parte en directo en las operaciones militares en Europa . Pero con diferentes pretextos, los aliados aplazaban la apertura del tan esperado frente.
Sin embargo, a pesar de las distintas peripecias diplomáticas y las dificultades de la guerra, los soldados soviéticos no sólo defendieron la Patria, sino liberaron Europa de los ocupantes fascistas y llegaron a Berlín, logrando que el enemigo definitivamente depusiera las armas. A la Unión Soviética se le debe el papel principal en la derrota de la Alemania fascista.