Estas imágenes, grabadas por un yihadista del Estado Islámico, muestran cómo combatientes kurdos del YPG (Unidades de Protección Popular) inutilizan y después destruyen un tanque T-55 del grupo terrorista, probablemente robado al Ejército sirio o el Ejército iraquí en Kobani, Siria. La ONU estima que todavía hay 700 civiles en Kobani, principalmente ancianos, y hasta 13.000 en las zonas de sus alrededores bajo el asedio de Estado Islámico, que "muy probablemente serán masacrados" si la ciudad cae totalmente en los manos de los terroristas.

