El Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG), finalizó el 9 de diciembre su cumbre anual, esta vez dedicada a la lucha antiterrorista. El saldo de la reunión ha sido la decisión de crear una policía común tipo Interpol, que se dedicará a combatir el terrorismo como tal, además del narcotráfico, el lavado de dinero y la delincuencia cibernética. Además, se establecerá una Fuerza Naval común.
Es poco probable que los sistemas comunes funcionen apropiadamente y sean eficaces a la hora de combatir las amenazas existentes, insiste el presidente del Instituto ruso de Oriente Próximo, Eugeni Satanovski. Según comentó al diario 'Vzgliad', son demasiado profundas las divergencias entre las diferentes ramas del islam y las posturas políticas que profesan los seis Estados miembros: Baréin, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
Desde su punto de vista, la unidad proclamada también se obstaculizará con la situación interior en varios países. El sultán de Omán, Qabus bin Said, está gravemente enfermo, no tiene hijos y tampoco designó a un heredero oficial, con lo cual de momento es imposible predecir quién encabezará el Estado, destaca Satanovski. El cambio de poder también está a punto de suceder en Arabia Saudita, donde el rey Abdalá ya cumplió 90 años de edad. El politólogo no descarta que la situación pueda tornarse muy explosiva.
"Pueden distinguirse dos vectores: Irán y el Estado Islámico. Esto quiere decir que nos acercamos a unos acontecimientos muy peculiares. No se puede excluir que avanzamos hacia una gran guerra en el Golfo Pérsico, sobre todo con Irán. En teoría, esta milicia (EI) ahora está dirigida contra el Irán chiita. Y si los yihadistas del EI logran irrumpir en el territorio de los estados del CCEAG, allí empezará un reajuste del mapa de tal escala que la crisis de Ucrania en Europa parecerá un balbuceo infantil", concluye Satanovski.