Ucrania es uno del medio centenar de países que trata la adicción a la heroína remplazando la droga con un opiado más ligero, como la metadona, para paliar la abstinencia y reducir el riesgo a la salud de los pacientes.
Víktor Ivanov, jefe del Servicio Federal ruso de Control de Drogas, aseguró que la práctica del uso de la metadona en vez un programa completo de rehabilitación fue lo que fomentó la crisis en Ucrania.
La rehabilitación en Ucrania "estaba a cargo de la sociedad, y varias sectas totalitarias rápidamente lo aprovecharon", explicó Ivanov, citado por la agencia RIA Novosti.
Sin identificar a las sectas, el funcionario dijo que sus miembros "enredaron a mucha gente en su telaraña haciéndolos adictos la metadona".
"[Los drogadictos] sirvieron de carne de cañón en el Maidán y más tarde en el este de ucrania", agregó.
El golpe de Estado se produjo en invierno pasado partiendo de una serie de violentas protestas en la plaza de la Independencia, conocida como 'Maidán'.
Una parte de sus activistas posteriormente se unió a batallones voluntarios para reprimir a la insurgencia anti-Maidán en el este del país.