Cientos de jóvenes que viajan a Oriente Medio para luchar con extremistas islámicos regresan a sus países mucho más radicalizados y son capaces de organizar ataques en solitario. Esto sucedió recientemente en Sídney, donde un extremista tomó a aproximadamente 30 rehenes, informa Europa Press.
El mes pasado, el portavoz del Estado Islámico, Abu Mohammed Ali al-Adnani, exhortó a sus seguidores a matar ciudadanos estadounidenses, europeos y a los que apoyan a la coalición en contra del EI en Irak y Siria. Poco tiempo después, un joven australiano de 18 años, intentó matar a dos policías con un cuchillo, pero fue detenido por los agentes de Melbourne. Los investigadores informaron entonces que el muchacho quería decapitarlos y envolverlos en la bandera del Estado Islámico para tomar fotos y publicarlas en las redes sociales.
Claude Moniquet, un ex agente de inteligencia francés y autor del libro 'Los neoyihadistas', afirma que la actividad de los 'lobos solitarios' es preocupante, ya que un yihadista solitario puede atacar con mucha facilidad. Según él, estos jóvenes actúan motivados por la religión, con fines criminales o "motivados principalmente por sus demonios personales".
Por su parte, Peter Neumann, director del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y la Violencia Política (ICSR, por sus siglas en inglés), ha reconocido esta semana a 'Time' que "el terrorismo de los lobos solitarios se ha incrementado en los últimos años". El investigador también aseguró que "ahora es mucho más fácil actuar en solitario". Sus ataques a pesar de tener un número reducido de víctimas "tienen un profundo efecto en términos de impacto psicológico en la sociedad, creando tensión, polarización y terror".
Este mapa muestra los últimos casos de ataques de 'lobos solitarios'.