Piongyang afirma que las denuncias sobre violaciones de derechos humanos asociadas al Gobierno comunista tienen una motivación política, mientras que el verdadero problema para el mundo es la práctica de torturas de la CIA a sospechosos de terrorismo.
El embajador de Corea del Norte ante la ONU, Ja Song-nam, aseguró en una carta dirigida al presidente del Consejo de la ONU que los delitos cometidos por la CIA y las fuerzas militares estadounidenses en "lugares negros" de todo el mundo representan "las formas medievales más brutales" de tortura y "graves violaciones de los derechos humanos".
Piongyang quiere que Washington sea juzgado por la Corte Penal Internacional, pero no verá cumplidas sus esperanzas ya que EE.UU. tiene capacidad de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La solicitud de Corea del Norte se produce después de la publicación del informe del Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU. que detalla "las técnicas de interrogatorio mejoradas" del Gobierno de Bush y su "guerra contra el terror".