Las 5 armas más rentables y letales de la Marina de EE.UU.
El experto de la revista The National Interest, Kyle Mizokami, aborda el análisis de las armas más letales haciendo hincapié en aquellas con un mayor 'retorno de inversión':
Destructor clase Arleigh Burke
Bautizado así en honor al legendario almirante de la Segunda Guerra Mundial, los destructores de clase Arleigh Burke son los buques de guerra más equilibrados jamás desplegados por una Marina de guerra moderna. Los destructores clase Burke son la columna vertebral de la flota, con unos 62 buques que representan más de una quinta parte de todos los de la Armada.
El corazón de los sistemas de combate de los Burke son los sistemas de radar Aegis, capaces de guiar una gran variedad de misiles de defensa aérea contra objetivos entrantes. Aegis puede coordinar la defensa antiaérea y antimisiles de un grupo naval entero de superficie.
La clase Burke también es capaz de lanzar los misiles del sistema RIM-7 Sea Sparrow, un complejo de armas estadounidense antimisil y antiaéreo de corto alcance usado desde buques, y destinado principalmente a la defensa contra misiles antibuque. Muchos destructores de esta clase también muestran una buena capacidad defensiva frente a misiles balísticos, al estar provistos de misiles SM-3 especializados en la interceptación de misiles balísticos.
Para la guerra antisubmarina, el destructor cuenta con el potente sonar SQQ-89, seis torpedos antisubmarinos Mk.46 y helicópteros antisubmarinos MH-60R.
Además, los destructores clase Burke están fuertemente armados con armas convencionales: Cañones de distinto calibre y ametralladoras pesadas.
Los buques de esta serie son, probablemente, los más grandes de la producción para la Marina de Estados Unidos. El propio Arleigh Burke, cabeza de la serie, fue dado de baja en 1991 y se espera que la producción continúe durante otros quince años. Eso significaría casi 40 años de producción casi continua para un solo tipo de destructor.
Aviones de guerra electrónica EA-18G Growler
Desarrollado a partir del exitoso F/A-18F Super Hornet, el EA-18 Growler es un avión de guerra electrónica que puede también desempeñar funciones de caza. Eso significa que, a diferencia de su predecesor, el EA-6B Prowler, el Growler es capaz de implicarse de forma más agresiva en misiones peligrosas.
En primer lugar, el Growler puede efectuar misiones de supresión de defensa aérea enemiga para brindar apoyo a aviones no tripulados (drones). El Growler puede paralizar las comunicaciones y radares enemigos en tierra y atacar activamente radares con misiles antirradar.
En segundo lugar, el Growler puede llevar a cabo tareas de lucha radioelectrónica en misiones de escolta a aviones de ataque contra instalaciones de defensa antiaérea enemiga en tierra, o contra aviones de combate y aviones de alerta temprana en aire.
Además de esas capacidades, el Growler puede también defenderse, siendo capaz de portar misiles aire-aire para uso defensivo y potente radar AESA.
Un centenar de Growlers han sido fabricados desde mayo de 2014, y otros 15 aviones han sido aprobados por el Congreso como parte del presupuesto de defensa de 2015.
Submarinos de ataque clase Virginia
Uno de los proyectos militares de mayor éxito de la época posterior a la Guerra Fría, los submarinos de ataque Virginia, combinan uno de los más avanzados submarinos de propulsión nuclear con un programa de construcción naval asequible. Está prevista la fabricación de al menos 33 unidades.
Cada sumergible de esta clase consta de 12 tubos verticales de lanzamiento de misiles de crucero Tomahawk, así como de cuatro tubos lanzatorpedos de 533 mm. capaces de lanzar torpedos, minas y torpedos vehículos submarinos no tripulados [AN/BLQ-11 para reconocimiento y desminado, RT].
Los sumergibles Virginia están pensados para la ejecución de misiones cerca de las costas enemigas: Vigilancia encubierta, reconocimiento, operaciones de sabotaje (para lo que tiene a bordo un comando de Navy Seals) y ataques de superficie con misiles de precisión. Los submarinos de esta clase también están equipados con cámaras de bloqueo para buceadores y pueden llevar SEAL de mini submarinos.
La clase Virginia es también un éxito desde el punto de vista de los costes. La clase Seawolf que le precedió fue un desastre financiero, elevándose el coste promedio de la construcción de los tres primeros barcos a unos 4.400 millones de dólares.
Submarinos clase Ohio- portadores de misiles estratégicos
La serie de 14 submarinos clase Ohio, con 24 silos para los misiles balísticos Trident son sinónimo de potencia, excelencia técnica y de máxima fiabilidad; características demostradas en sus 30 años de servicio y 150 lanzamientos exitosos.
Otros cuatro submarinos de esta serie, Ohio, Michigan, Florida y Georgia, portan misiles guiados y pasan por ser los sumergibles más fuertemente armados en el mundo. Todos están equipadas con 154 misiles de crucero y pueden llevar hasta cuatro pelotones de 'Navy SEAL'.
Originalmente construidos como submarinos de misiles balísticos, cada submarino consta de 24 silos de lanzamiento de balísticos nucleares. En lugar de desmantelarlos, según acuerdos internacionales, la Marina de Estados Unidos pagó 4.000 millones para convertirlos en submarinos de ataque con misiles de crucero Tomahawk convencionalmente armados.
El resultado es una plataforma de misiles de crucero capaz de disparar 154 misiles Tomahawk, una capacidad única que aumenta en gran medida la potencia de fuego de la Marina estadounidense.
Clase USS Ponce
Puede parecer extraño que un muelle de transporte anfibio, obsoleto además, pueda figurar en esta lista, pero la enorme nave USS Ponce, botada hace 43 años, sirvió durante años como transporte para la infantería de marina estadounidense. Ahora es una base flotante y el primer buque de la Armada de Estados Unidos operacionalmente armado con arma láser.
Hace una semana la Marina de Estados Unidos reveló que el primer sistema de armas láser está operactivo. El sistema láser está listo para entrar en combate, y ha sido diseñado para atacar vehículos aéreos no tripulados, helicópteros de poca velocidad y lanchas de patrulla.
En un video difundido por la Armada en YouTube, el láser detona un misil antitanque RPG-7, quema el motor de un bote pequeño, y derriba un pequeño drone. El proceso parece llevarse a cabo en cuestión de segundos.
Las naves clase Ponce pertenecen al Mando de Transporte Militar Marítimo ('Maritime Sealift Command'). Los medios del Pentágono no hablan de ellas en voz alta, no las graban y tratan de no atraer la atención de los medios de comunicación.
En tiempos de paz, estos enormes pero veloces cargueros permanecen sigilosos en sus bases de Guam, Diego García, Guantánamo, etc. Pero cuando llegue 'su momento', el mundo sabrá qué había detrás de la apariencia pacífica de estos monstruos. Su tiempo estándar de 'reactivación' (puesta en servicio operacional) son 96 horas. Acto seguido realizan un corto 'salto' al puerto asignado para recoger soldados y material bélico.
Estas enormes naves pueden transportar en un viaje a una brigada de infantería blindada u otras cargas de gran tamaño que sea de vital importancia para llevar a cabo una guerra sobre playas extranjeras.
Cualquier nave de asalto anfibio tipo Mistral, cuya construcción por Francia a encargo de Rusia tanto irrita a Estados Unidos, es solo un 'cachorro' en comparación con los 'portacontenedores' del Mando de Transporte Militar estadounidense, con capacidad para transportar en un viaje 100 tanques tipo Abrams. Estas naves también portan armas para defenderse.