EE.UU. introdujo formalmente el embargo comercial completo contra Cubael 3 de febrero 1962 a través de un decreto del presidente John F. Kennedy, aunque, de hecho, el embargo comenzó casi inmediatamente después de la victoria de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959 contra el régimen dictatorial de Fulgencio Batista. El 3 de enero de 1961 EE.UU. rompía relaciones diplomáticas con Cuba. El Gobierno de EE.UU. recibió con hostilidad la Revolución Cubana y emprendió una serie de medidas políticas y sanciones económicas que pronto se convirtieron en un bloqueo total.
Las sanciones incluían una serie de prohibiciones tales como la exportación e importación de mercancías procedentes de EE.UU.; el comercio con subsidiarias de compañías estadounidenses en terceros países; la visita de los turistas estadounidenses a la isla. También se prohibió el uso del dólar para las transacciones financieras con otros países y se prohibió el acceso a territorio de EE.UU. de los buques y aviones cubanos.
En julio de 1963 se puso veto a cualquier transacción con La Habana y se congelaron los valores de Cuba dentro de EE.UU.
Desde el año 1966 las sanciones se hicieron más estrictas: se prohibió a los ciudadanos estadounidenses visitar Cuba y realizar cualquier tipo de negocio en el Estado cubano sin un permiso especial. A las compañías estadounidenses en terceros países se les prohibió trabajar con empresas cubanas, exportar a EE.UU. productos de producción cubana o que contuvieran componentes procedentes de la isla.
En 1992 EE.UU. adoptó la llamada ley Torricelli que, además de establecer medidas para limitar el transporte marítimo a Cuba, prohibía el comercio de las subsidiarias de compañías estadounidenses establecidas en terceros países con Cuba.
A estas medidas le siguió la ley Helms-Burton o para la libertad y la solidaridad democrática cubana, aprobada el 12 de marzo de 1996 por el Congreso de EE.UU. La norma preveía sanciones adicionales contra empresas extranjeras que mantuvieran relaciones comerciales con Cuba. Los buques que transportaban mercancías desde o hacia Cuba no podían entrar en los puertos estadounidenses. EE.UU. dejó de asignar fondos a las instituciones financieras internacionales que aportaran fondos a Cuba. Además, el documento señalaba el "desacuerdo (de EE.UU.) con la presencia de instalaciones de inteligencia rusas en Cuba (base de Lourdes)".
En 2004 EE.UU. impuso nuevas restricciones: se limitaba a una vez cada tres años la posibilidad de visitar a familiares en Cuba. El tiempo de permanencia en la isla se restringía a 14 días, mientras no se permitía gastar en territorio cubano más de 50 dólares al día.
En abril de 2009, la Administración Obama decidió cancelar las sanciones impuestas por George W. Bush sobre los viajes a la isla y las remesas a Cuba para los cubanos que viven en EE.UU. y quienes tienen familiares en la isla. Además, se decidió reanudar el trabajo en la isla de las empresas de telecomunicaciones estadounidenses.
El 1 de agosto de 2009 el presidente Obama suspendió durante un período de seis meses la ley Helms-Burton. De hecho, esta iniciativa fue una respuesta a la resolución de la Asamblea General de la ONU del 28 de octubre de 2008 que exigía la supresión de las restricciones sobre Cuba. El presidente de EE.UU. firma cada seis meses el decreto que suspende esta ley.
En septiembre de 2013 Obama prorrogó un año más las sanciones comerciales impuestas contra Cuba con el fin de mantener el bloqueo contra la isla. Se decidió asimismo prolongar las sanciones contra Cuba en el marco de la llamada ley de Comercio con el Enemigo, alegando que respondía a los intereses nacionales de Washington. Esta norma legal llevaba vigente desde 1917 y prohibía que las empresas estadounidenses hicieran negocios con la isla. Esta norma solo afectaba a Cuba.
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