"No creo que podamos seguir haciendo lo mismo durante cinco décadas más y esperar un resultado diferente" dijo el presidente estadounidense, Barack Obama, en referencia a la ineficacia de la política estadounidense hacia Cuba mantenida los últimos 50 años.
Durante su intervención en la Casa Blanca, Obama, entre otras promesas, aseguró que EE.UU. abriría una embajada en La Habana, anularía las restricciones de viajes y permitiría que se aceptasen tarjetas bancarias estadounidenses en Cuba.
A la misma hora Raúl Castro se dirigió a su pueblo felicitándolo, pero subrayando que lo más difícil está todavía por negociar.
"Hemos acordado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, aunque eso no quiere decir que lo principal se haya resuelto, que es el bloqueo económico, comercial y financiero, que provoca grandes daños y que debe cesar", dijo el mandatario cubano
La reanudación de las relaciones entre los dos países ha sido anunciada después de meses de negociaciones secretas en Canadá. En el proceso se involucró la Iglesia católica y el papa Francisco, a quien Raúl Castro dio las gracias en su intervención.
Cuba puso en libertad al subcontratista de la USAID Alan Gross, acusado de distribuir sofisticados equipos de comunicación en la isla. Horas después se anunciaba la renuncia del director de esa agencia.
"Me gustaría mostrar mi mayor respeto al pueblo de Cuba. De ningún modo es responsable de la odisea que hemos pasado mi familia y yo", declaró Gross.
A cambio Washington liberó a los tres presos restantes del grupo de los cinco cubanos que permanecían encarcelados en EE.UU. por presunto espionaje.
El pueblo de Cuba está celebrando el regreso de sus héroes tras haber cumplido largas condenas en EE.UU.
Ramón Labañino, Gerardo Hernández y Antonio Guerrero celebrarán en libertad estas navidades junto a sus familias por primera vez en más de 15 años. Por su parte los cubanos comenzarán el 2015 con la esperanza de dejar de vivir la pesadilla económica que ha durado más de medio siglo.