La ciudad siria de Kobani, situada junto a la frontera turca y poblada en su mayor parte por kurdos fue ocupada por milicias del Estado Islámico el pasado mes de septiembre. Las fuerzas armadas kurdas, conocidas como Peshmerga, junto a unidades de protección civil y asistidas por los bombardeos de la coalición civil lograron frenar el avance del Estado Islámico y liberar la ciudad el pasado lunes, 26 de enero.
Aquel día Muslih Zebari, comandante de las fuerzas kurdas Peshmerga, declaró a la prensa que solo quedaban yihadistas en una pequeña aldea adjunta a Kobani, precisando que era "fácil retomar el pueblo" y liberar otras áreas junto a la ciudad.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, unidades de protección civil mataron a más de mil milicianos del Estado Islámico durante la batalla de Kobani.