"Los norteamericanos nos están suplicando un acuerdo en la mesa de negociación", reveló a los medios de comunicación el comandante de un grupo paramilitar que opera bajo la tutela del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI), Mohammad Reza Naghdi, citado por 'Washington Free Beacon'.
El líder militar añadió que los funcionarios estadounidenses "a menudo suplican" a Irán y que Washington está negociando desde una posición de debilidad.
Sus declaraciones parecen apoyar los recientes informes de la agencia AP de que EE.UU. le está concediendo terreno a Irán en las conversaciones y que ahora ya se le permite mantener una gran parte de su tecnología de enriquecimiento de uranio.
Según AP, Irán "se niega a cumplir las demandas de EE.UU. que exigen importantes recortes en el número de centrifugadoras utilizadas para enriquecer uranio, un proceso que permite crear material para cualquier cosa, desde la quimioterapia hasta el núcleo de una bomba atómica".
Muchos expertos coinciden en que los iraníes sienten que están en una posición de poder en las conversaciones, mientras que el Gobierno de Obama está desesperado por firmar el acuerdo.
"Irán siente que la Administración necesita el acuerdo, y esta creencia es apoyada por la forma en que está actuando el Gobierno", señaló Saeed Ghasseminejad, un disidente de Irán y miembro asociado de la Fundación para la Defensa de las Democracias.
"Irán sabe que mientras las negociaciones estén en marcha tiene luz verde para hacer lo que quiera en la región, así que ¿por qué molestarse en firmar un acuerdo?", agregó Ghasseminejad.
A pesar de que las conversaciones nucleares continúan, los líderes iraníes han intensificado su retórica contra EE.UU. con altos funcionarios, advirtiendo de que "Irán se prepara para una guerra contra las potencias mundiales", sostiene el artículo de 'Washington Free Beacon'.
Las declaraciones de varios funcionarios estadounidenses acerca de los supuestos avances en las negociaciones fueron desmentidas por los representantes de Irán. Así, según un negociador superior iraní, Abbas Araqchi, aún es "demasiado pronto" para hablar del progreso.