La petición de la organización israelí Rabinos por los Derechos Humanos, formada por religiosos de Israel, el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, tiene como telón de fondo la orden de Netanyahu de destrucción de más de 400 casas palestinas levantadas "ilegalmente" con fondos de la Unión Europea en la parte de Cisjordania ocupada por Israel y conocida como 'Área C'.
"Miles de personas han tenido que construir casas sin permisos, mientras que la demolición de centenas de viviendas cada año tan solo en el Área C causa enorme sufrimiento humano", dijo la organización subrayando que las leyes de planificación y zonificación israelíes "limitan estrictamente la capacidad de los palestinos de construir casas, incluso en las tierras que el Estado reconoce palestinas".
Los rabinos argumentan que "no ha habido representación ni habilidad verdadera de los palestinos para determinar cómo planificar sus comunidades desde la abolición en 1971 de los comités de planificación locales".
"Es el Ejército israelí quien planifica en su lugar", resaltaron los rabinos.
A finales del mes pasado las Naciones Unidas condenaron la demolición ilegal de viviendas de palestinos perpetrada por Israel en Jerusalén Oriental y Cisjordania y que dejó sin hogar a 77 personas, en su mayoría niños.