Scicluna quiere actuar como mediador en las conversaciones con Grecia este viernes, que, según el ministro, serán difíciles. Está convencido de que para evitar el impago de Grecia y el sufrimiento de su gente Atenas necesita un acuerdo con los socios de la zona euro. Si este no se logra, "los partidarios de la línea dura en las relaciones con Grecia tendrán sed de venganza, lo que va a ser humillante para el nuevo Gobierno".
"El impago es horrible. En términos de ingresos Grecia tiene pérdidas sustanciales. Los bancos reaccionarán inmediatamente a esta inestabilidad y elevarán las tasas de interés, por lo que los griegos no tienen otra opción, están contra la pared", dijo el ministro, citado por Interfax.
Este viernes los ministros de Finanzas de la zona del euro y Grecia intentarán por tercera vez en los últimos 10 días ponerse de acuerdo sobre una extensión del programa de ayuda a Grecia.