"No se trata solo del derrocamiento físico del presidente o del Gobierno de Venezuela", también hay "esfuerzos en curso para desestabilizar al Gobierno" a través, por ejemplo, del sabotaje económico y la ayuda de los medios de comunicación, opinó Golinger en el programa 'Breaking the Set' ('Rompiendo los estereotipos') en RT.
En la prensa estadounidense se habla mucho de lo que está ocurriendo con la economía venezolana, pero la mayor parte de esta información, que es "distorsionada o parcial", se utiliza para justificar cualquier acción contra el Gobierno.
En opinión de la abogada, muchos de los problemas económicos del país son el resultado del "sabotaje intencional por parte de las empresas privadas" u otros actores extranjeros con el fin de provocar escasez, pánico y descontento con el Gobierno de Venezuela.
Venezuela es una democracia, pero uno no lo sabrá si lee la prensa estadounidense o mira la mayor parte de sus cadenas de televisión. Cuando hablan de Venezuela y su Gobierno "lo hacen siempre de una manera despectiva", sostiene Golinger.
Nicolás Maduro llegó al poder en un periodo difícil para el país, pero fue elegido presidente en unas elecciones legítimas, recalca la escritora. "De hecho, Venezuela tiene uno de los mejores sistemas electorales en el mundo", ya que es transparente y contempla a centenares de observadores internacionales, algo que no pasa en EE.UU. Muchas personas no lo saben, pero "puedo decir que [el sistema electoral en Venezuela] es cien veces mejor que el de EE.UU.", agrega.
Venezuela representa una "democracia participativa, donde el pueblo tiene más participación en el gobierno que en EE.UU.", explica la periodista.
"Normalmente el Gobierno y los medios de EE.UU. describen a los líderes de otros países de una manera despectiva cuando estos no están subordinados o son favorables a los intereses de EE.UU.", señala Golinger.
Oposición venezolana
Después de que Hugo Chávez fuera elegido presidente, cumplió con sus promesas, revolucionando y transformando cada sector de la sociedad venezolana, y en particular, la economía y la industria petrolera, que "históricamente estaban bajo el control de la élite" del país, una élite "subordinada a los intereses de EE.UU.".
"Todo aquello cambió con la llegada de Chavez al poder", y la élite construyó la oposición. Aunque no estaba "muy coordinada ni [era] muy efectiva", intentó derrocar al líder bolivariano. Sin embargo, fue derrotada por un levantamiento popular, recuerda la experta.
La oposición continuó existiendo, aunque de forma "muy fracturada", y "siempre ha sido apoyada por el Gobierno y las agencias de EE.UU., como la USAID o National Endowment for Democracy, que son las dos fuentes principales de financiación para la oposición en Venezuela".
"Una gran parte de los opositores son gente de clase media-alta, con mucho dinero, gente con mucha influencia en ciertos ámbitos", que "nunca ha apoyado el desarrollo y los cambios políticos" en el país, explica Golinger.
"Pero cuantas más amenazas hay en contra de la revolución bolivariana, más fuerte se vuelve esta", sobre todo gracias al enorme apoyo que recibe de todos los países de América Latina, concluye.
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