Un informe que dice que Reino Unido, uno de los principales contribuyentes a la financiación de la OTAN, podría dejar de cumplir con su compromiso de destinar el 2% de su PIB a la Alianza en 2015, sentó como una bomba entre la élite militar de Occidente.
El jefe del Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos, general Raymond Odierno, dijo a 'The Telegraph' que estaba "muy preocupado" por los posibles recortes del presupuesto de Defensa del Reino Unido.
"[Odierno] advirtió de que, mientras EE.UU. estaba dispuesto a asumir el liderazgo en la lucha contra las futuras amenazas, era indispensable que aliados como Reino Unido estuviesen a su lado", escribió el diario británico.
El exjefe del MI6, John Sawers, pidió un aumento en los gastos de Defensa, mencionando también la "amenaza" que se desprende de Rusia "no necesariamente (afecta) directamente al Reino Unido, pero sí a los países en su periferia".
El Ministerio de Defensa de Rusia ha negado todas las acusaciones de la OTAN de que sus efectivos o equipo bélico estén participando en el conflicto en el este de Ucrania, tachándolas de "infundadas".
Entre las numerosas "pruebas" de la "agresión rusa" ha habido fotos falsas de tanques rusos, que finalmente resultaron haber sido tomadas en un lugar diferente y en un momento diferente, un supuesto avión ruso en el espacio aéreo británico, que resultó ser letón y misteriosos "submarinos rusos" en aguas de Suecia, que nunca fueron encontrados.
"Demonizar" a Rusia ayuda a los militares, cree el exanalista de inteligencia de la OTAN, Martin Packard.
"Creo que se trata de un período en que todos están tratando de conseguir más dinero de sus presupuestos para rearmarse", dijo Packard en su entrevista a RT. "Eso parece tener lugar en Reino Unido y probablemente en Estados Unidos". Las fuerzas armadas de alguna manera necesitan tener un enemigo. Les conviene tener un enemigo".