Durante la última década, China y otros países de los BRICS están socavando la hegemonía de EE.UU., y 2015 será un periodo de transición que acabará con el declive del imperio norteamericano, escribe el escritor y columnista francés Léonel Houssam, en su publicación en AgoraVox.
El periodista sugiere que los europeos tienen que revisar urgentemente su comprensión del equilibrio geopolítico global del poder y parar de "empujar el carrito de compras del imperio norteamericano".
Para el autor es evidente que el conflicto entre Occidente y Rusia está relacionado exclusivamente con la lucha por la supremacía geopolítica. A ciertos nichos en el mercado mundial, antes pertenecientes al G7, ahora empiezan a ocuparlos los países de los BRICS gracias a su creciente clase media, el aumento de la demanda de materias primas, así como el significante peso demográfico, político y geoestratégico.
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El presidente estadounidense Barack Obama, según el autor, "arma infinitamente a su país y mantiene un campo de concentración en Guantánamo". Y mientras que los ciudadanos del bloque occidental se prosternan ante la "táctica de 'tierra arrasada', que lleva adelante el humanismo con ayuda del militarismo", los imperios están llevando a cabo una guerra mundial sin precedentes, tratando de dividir al planeta en diferentes esferas de influencia.
Para Houssam, por un lado está el imperio de Occidente, encabezado por EE.UU., "estancado, en proceso de envejecimiento y contorciéndose en la agonía". Por otro lado, está el imperio de los BRICS, que dividió al FMI y a la ONU, y que trata de apoderarse de las zonas que todavía están en parte bajo el control del bando enemigo. Y ahora, el último golpe decisivo se está asestando en EE.UU.: después de que el Banco Popular de China firmara una serie de acuerdos, el dominio mundial del dólar de alguna manera llegará a su fin, lo que eventualmente llevará a la quiebra de EE.UU., concluye el columnista.