"La decisión del presidente Obama es desproporcionada y no guarda ninguna proporción con la situación real de Venezuela y lo que significa Venezuela para EE.UU.", ha recalcado el embajador de ese país latinoamericano ante la ONU, Rafael Ramírez, en una entrevista para RT.
El oficial subrayó que "Venezuela no es una amenaza para nadie" y que siempre se ha caracterizado como una zona de paz. Ramírez agregó que, en particular respecto a EE.UU. "somos un país donde mantenemos nuestras diferencias desde el principio" y que "exigimos respeto a nuestra soberanía y nuestras ideas".
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El embajador venezolano no entiende cómo Venezuela, que tiene un intercambio por más de 30.000 millones de dólares y un enorme suministro de petróleo a Estados Unidos "puede significar una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU."
"Evidentemente, el presidente Obama se ha entrampado en sus propias contradicciones, y si pensaba que iba a avanzar a regularizar su relación con América Latina, con el Caribe y con Sudamérica, pues con esta decisión que ha tomado en contra de Venezuela, con esta agresión, lo que ha hecho es entorpecer de manera muy importante las relaciones con toda la región, con todo el continente", afirmó.
Según Ramírez, la decisión del Gobierno de Obama ya no es una amenaza, sino una agresión contra Venezuela, y "estamos preparados, movilizados para defender nuestros principios y nuestra soberanía". Además, el embajador recordó que Venezuela está teniendo la "solidaridad de una inmensa mayoría de las naciones".
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Ramírez declaró que las sanciones unilaterales y extraterritoriales que impone EE.UU. a distintos países, entre ellos Rusia, "es definitivamente una violación al derecho internacional", por lo que serán denunciadas ante el foro multilateral por parte del Gobierno bolivariano.
"EE.UU. no quiere utilizar el dialogo como mecanismo para resolver las controversias", indicó el embajador. "Nos parece un mecanismo muy peligroso el que está utilizando EE.UU. para tratar de imponer por la fuerza sus puntos de vista", añadió.
Ramírez señaló que Venezuela no acepta las sanciones y cree que en lugar de ayudar a resolver las diferencias entre los países, confrontan más las posiciones polarizadas. La sanciones son "un irrespeto a nuestro país y a nuestra soberanía, así como un irrespeto a otros países", en donde EE.UU. pretende con ellas imponer sus propios puntos de vista fuera de su territorio nacional.