Según ha explicado a TASS el subdirector del Instituto de Física de Láseres, Serguéi Beliakóv, la instalación contará con una energía de pulso de más de dos megajulios y empezará a funcionar en 2020.
Centros similares ya existen en Estados Unidos (desde 2009) y Francia (en proceso de construcción), pero la instalación rusa será la más potente del mundo. Estos sistemas son necesarios para obtener fuentes de energía alternativas respetuosas con el medio ambiente.
"La estación, que operará a partir de la fusión, no deja residuos radiactivos en contraste con las plantas de energía nuclear. Como combustible utiliza deuterio, un isótopo del hidrógeno, abundante en la naturaleza que se extrae del agua", explicó Beliakov.
La instalación contará con 192 canales láser y ocupará una superficie aproximada equivalente a dos campos de futbol. En su punto más alto alcanzará la altura de una casa de diez plantas.