El dispositivo secreto de localización, llamado entre otros nombres Stingray y KingFish, es utilizado en la mayoría de los estados de EE.UU. por la Policía y el FBI, informa 'The New York Times'. El aparato lo fabrica la empresa Harris, especializada en tecnología de comunicaciones, como por ejemplo radios de campo de batalla.
Este dispositivo es una caja metálica que cabe en una maleta y cuesta más de 500.000 dólares, además de 40.000 dólares anuales para el mantenimiento. Es capaz de escanear el contenido de todos los teléfonos móviles en un área determinada, interceptando llamadas, mensajes y correos electrónicos en una determinada zona de cobertura.
SEPA MÁS Crean una herramienta capaz de 'hackear' cuentas relacionadas con Facebook
Según el diario, las autoridades emplean el dispositivo para espiar a los ciudadanos desde hace años. Por ejemplo, en Florida un hombre fue condenado por robo después de haber sido identificado mediante el uso de este instrumento. Cuando sus abogados trataron de apelar, el tribunal se negó a revelar cómo funcionaba el aparato, amparándose en el secreto de Estado y la ley sobre la lucha contra el terrorismo de EE.UU.
Jon Michaels, un profesor de derecho en la Universidad de California que estudia la contratación pública, dijo que el papel de Harris en los acuerdos de no revelación dio a la empresa un enorme poder sobre las políticas de privacidad en la arena pública. "Esto es como si privatizarían un régimen jurídico", explica Michaels.
LEA TAMBIÉN Exagente de la CIA: EE.UU. ha creado un paraíso para los 'hackers'