El copiloto, identificado como Andreas Lubitz, alemán de 27 años, llevaba trabajando para la compañía aérea Germanwings desde septiembre de 2013. Había completado 630 horas de vuelo, informa el diario 'Teinteresa.es'.
Lubitz era miembro de la asociación de vuelo alemana LSC Westerwald. El joven, de Montabour, un pequeño pueblo alemán entre Dusseldorf y Fráncfort, había trabajado anteriormente en la escuela de aviación civil de Lufthansa y se había formado en Bremen.
Según los conocidos del joven, "no era un piloto loco para el que la aviación fuera una obsesión". Muchos dicen que Lubitz era tímido y no socializaba ni siquiera durante las fiestas en los clubes a los que pertenecía.
"Era feliz, trabajaba en Germanwings, todo le iba bien. Daba una impresión positiva", dice uno de los miembros del club de parapente al que pertenecía el piloto.
Lubitz tenía miedo de perder la licencia por sus problemas psiquiátricos. El último año y medio estuvo bajo tratamiento para superar una depresión y en algunas ocasiones, durante ese período se vio obligado a interrumpir su formación como piloto y volver a empezar en un nivel inferior al que le correspondía. Ahora podía perder la licencia, que debía renovar en tres meses. Uno de sus conocidos dijo que "si hubiera perdido la licencia, su vida ya no tendría ningún valor", informa El País.
Los médicos, que trataron a Lubitz, han comunicado este domingo que el copiloto sufría de un trastorno de ansiedad generalizada. Incluso le habían recetado medicamentos neurolépticos. También se ha revelado que estaba siendo tratado por un posible desprendimiento de retina que podría acabar con su carrera, informa el diario 'El Mundo', citando al periódico francés 'Le Parisien'.
Según la última información, la cuenta del copiloto ha sido borrada de Facebook, aunque todavía está accesible en el 'cash' de Google.
Era feliz, trabajaba en Germanwings, todo le iba bien. Daba una impresión positiva
Se informa que antes del vuelo fatal, Lubetz se hizo un regalo caro. Hace unas semanas el hombre compró dos coches nuevos de la marca Audi. Al parecer, uno de los coches era para él y el otro para su novia, según la revista alemana Focus. La novia de Lubitz ha reconocido este jueves por la tarde ante los investigadores alemanes que sufría una grave depresión, según iTele.
La novia del copiloto estaría embarazada, informa este domingo el diario 'Mirror', citando al diario alemán 'Bild'. Se cree que lo ha comunicado a sus alumnos en el colegio donde trabaja de profesora.
La Fiscalía subraya que Lubitz no estaba fichado como terrorista. La Gendarmería francesa, en colaboración con las autoridades alemanas, ya está investigando la personalidad del joven, incluso están revisando su apartamento.
La maison du copilote de #Germanwings Andreas #Lubitz à #Montabaur#crashA320pic.twitter.com/eC8TOLeLLc— Sébastien Baer (@seb_baer) 26 Март 2015
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El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, ha declarado en una rueda de prensa que Lubitz había pasado las pruebas médicas y estaba capacitado para volar, es decir, el copiloto estaba autorizado para estar solo en la cabina. Según la información oficial, el comandante de la aeronave actuó de acuerdo con las normas al salir de la cabina tras haber dado las instrucciones necesarias cuando el avión hubo alcanzado la altura necesaria.
Brice Robin, el fiscal de Marsella, responsable de la investigación del accidente, ha identificado a Lubitz como causante de la catástrofe. El copiloto estaba al mando del avión cuando se estrelló el pasado martes. De acuerdo con la información actual, Lubitz se negó de forma intencionada a abrir la puerta al comandante.
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A Andreas Lubitz le hubiera gustado pilotar aviones más grandes, le había contado a su colega Frank Woiton tres semanas antes del accidente.