Los Ferrocarriles de Rusia (RZD), presididos por Vladímir Yakunin, están desarrollando un ambicioso proyecto de transporte que conectará Asia y Europa, informa 'The Siberian Times'. Se trata del Cinturón de Desarrollo Transeuroasiático (TEPR, por sus siglas en ruso) que comenzará en el Atlántico y terminará en el Pacífico atravesando la Siberia y el Lejano Oriente rusos.
El megaproyecto consiste en la red de ferrocarril de alta velocidad a partir de la ruta del Transiberiano, pero también en la construcción de carreteras, tuberías de petróleo y gas, instalaciones para el suministro de la electricidad y agua y otra infraestructura.
Según Yakunin, la realización de este plan podría convertir a Rusia en un nuevo centro mundial de la industria de alta tecnología. "Es un proyecto interestatal, un encuentro de civilizaciones que debe convertirse en una 'zona de futuro' mundial". Al mismo tiempo, será la primera ruta moderna que conecte los océanos Pacífico y Atlántico.
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Por otro lado, en caso de ser realizado, el TEPR creará nuevas industrias, nuevas ciudades y un gran número de puestos de trabajo, sobre todo en Siberia y el Lejano Oriente ruso. El costo del proyecto se estima en billones de dólares, pero los "beneficios económicos superarán estas inversiones", asegura el funcionario.