Según el diario 'The New York Post', un exdirectivo de Google es el principal asesor de tecnología del presidente del país norteamericano. Los empleados de la empresa contribuyeron a la reelección de Obama en 2012 más que otras compañías, a excepción de Microsoft, publicó el periódico. Hasta en la noche de las elecciones el presidente ejecutivo de Google, Eric Schmidt, trabajaba en la oficina de campaña de Obama en un sistema de participación de votantes diseñado para ayudar al presidente a ser reelegido.
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'The New York Post' añade que los activistas del grupo de presión de Google también han estado promoviendo "la aplicación de las regulaciones de la neutralidad en la Red que beneficiarían a la empresa".
Pero hay algo que parece aún peor: Google también puede recurrir a la filtración política de la información que aparece en los navegadores de sus usuarios. Simplemente al quitar cierta información de la primera página de los resultados de búsqueda, la empresa es capaz de "efectivamente neutralizarla".