"Washington trata de borrar el recuerdo de la victoria soviética sobre Alemania"
La decisión del presidente de la República Checa, Milos Zeman, de asistir a la celebración del Día de la Victoria en Moscú, muestra que no todos los líderes europeos se convirtieron en vasallos de EE.UU., escribe en su página el politólogo y economista estadounidense Paul Craig Roberts. Además, según él, el Estado norteamericano ya no puede controlar toda la interpretación de los resultados de la Segunda Guerra Mundial.
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"Washington y sus historiadores corruptos están trabajando en revisar la historia de la Segunda Guerra Mundial con el fin de borrar el recuerdo de la victoria soviética sobre Alemania. Por supuesto, todos en Europa saben que esto no es más que otro intento de Washington de controlar todas las explicaciones, independientemente de los hechos, pero los vasallos [los Gobiernos europeos] están acostumbrados al vasallaje y sus humillaciones", sostiene el experto.
Asimismo, el politólogo cree que la negativa de los líderes del viejo continente de asistir a la celebración del Día de la Victoria en Moscú es una prueba de que "los europeos ya no son un pueblo orgulloso". Y la reacción de Milos Zeman, en su opinión, es la evidencia de que la República Checa no es un "territorio conquistado" en el que "el embajador de EE.UU. [se puede comportar] como un gobernador".