"Sólo Rusia y China pueden poner fin al terror de EE.UU."
Los objetivos militares de EE.UU. están claramente expresados en la doctrina Wolfowitz, hecha pública en 1992, escribe Henry Paul en su artículo publicado por 'Contra Magazin'. "Nuestro primer objetivo es prevenir el retorno de un nuevo rival, ya sea en el territorio de la antigua Unión Soviética u otra parte, que pueda presentar la misma amenaza al orden que anteriormente suponía la URSS", expresa dicho documento.
Lea también: "EE.UU. trata de reavivar con guerras su decreciente influencia en el mundo"
"Es el factor principal que forma la base de la nueva estrategia de defensa regional y debemos hacer todo lo posible para prevenir que un poder hostil, cuyos recursos, bajo un control consolidado serían suficientes para generar un poder global, domine una región", se explica en la doctrina.
EE.UU. sabe que el continente europeo-euroasiático sería la región económica y política más poderosa del mundo
En opinión de Paul, después de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. quiere ampliar y usar su poder económico, militar y político hasta que en el planeta no quede ningún país soberano. EE.UU. ha conquistado el 65% de los países en todo el mundo y los ha obligado a aplicar la política exterior estadounidense, expresa el autor, añadiendo que "EE.UU. no sólo aumenta su territorio a costa de otros países, no sólo envía su armada a todos los océanos, sino que afirma que todos estos países y océanos son su zona de influencia, un territorio que debe defender".
Lea también: "La agresión de EE.UU. se debe al curso soberano de la política de Rusia"
Desde el punto de vista de EE.UU., su zona de influencia también incluye el continente euroasiático. "Ni Rusia, ni Georgia, ni Uzbekistán o Azerbaiyán, ni todos los demás países tienen derechos nacionales en su propio territorio", denuncia Paul.
La colaboración económica entre Rusia y Europa molesta a EE.UU. de tal manera que llevan décadas intentando provocar discordia entre las partes e impedir incluso una débil alianza política ruso-europea, escribe el autor, añadiendo que "EE.UU. sabe que el continente europeo-euroasiático sería la región económica y política más poderosa del mundo", lo cual supondría "una amenaza directa contra la ideología del dominio mundial de EE.UU."
Lea también: "EE.UU. intenta entorpecer las relaciones de todos los países con Rusia"
"Rusia y China son los únicos poderes mundiales que podrían poner fin al terror de EE.UU. sin guerras ni ataques nucleares", expresa Paul. Al mismo tiempo señala que es importante no provocar a EE.UU. a lanzar el primer ataque nuclear. "Previamente, los países deben ponerse de acuerdo sobre si quieren un gobierno mundial totalitario de EE.UU. o un mundo libre", concluye el autor.