El EI liberó el miércoles pasado a más de 200 rehenes yazidíes, entre ellos niños, mujeres y ancianos. Los secuestrados fueron entregados a las fuerzas kurdas cerca de la ciudad de Kirkuk. Entre las filas de presos yazidíes se encontraba la menor embarazada, a la que una agencia de ayuda kurda posteriormente trasladó a Alemania, donde una organización le está proporcionando tratamiento médico.
Cuando encontraron a la niña "estaba en muy mal estado", dijo Yousif Daoud, un trabajador humanitario establecido en Canadá que recientemente regresó de la región. "Por lo menos 10 hombres abusaron sexualmente de ella. La mayoría de ellos eran combatientes [del Estado Islámico] de primera línea o terroristas suicidas, que reciben niñas como recompensa ", agregó Daoud, según informa el diario 'The Independent'.
La niña estaba "mentalmente y físicamente traumatizada" después del abuso que había sufrido, y era "tan joven que podría morir si da a luz. En esta situación incluso una cesárea se considera peligrosa", precisó Yousif Daoud.
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