Los yazidíes en Irak
La minoría yazidí es perseguida con especial crueldad por los yihadistas del Estado Islámico, intolerables hacia cualquier persona que no se ajuste a su ideología sunita salafista, informa 'The Independent'. Al apoderarse de la ciudad iraquí de Sinjar, los islamistas obligaron a miles de familias yazidíes a huir a las montañas, donde muchos murieron de hambre y sed. Los hombres de esta minoría religiosa kurda fueron sumariamente ejecutados y las mujeres convertidas en esclavas sexuales.
Según un informe de la ONU del año pasado, el EI pudo haber cometido "crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio" con la intención de "destruir a los yazidíes como grupo".
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Los no sunitas bajo el control del Estado Islámico
La ideología salafista sunita del EI considera enemigos a los musulmanes chiítas, cristianos, asirios y todas las demás minorías que se encuentran en su camino para establecer un califato. En todas las regiones donde opera el grupo terrorista, estos grupos y otros se han enfrentado a una forzada conversión, persecución y muerte.
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Un informe de Amnistía Internacional encontró una limpieza étnica de "escala histórica", refiriéndose a los ataques sistemáticos de "las comunidades musulmanas no árabes y no sunitas, matanza y secuestro de cientos, posiblemente miles, de personas, y la obligación a más de 830.000 personas a huir de las zonas que tienen controladas desde el 10 junio de 2014".
Los rohingya en Birmania
La organización Genocide Watch declaró una situación de emergencia en el estado de birmano de Rajine, donde se cree que vive alrededor de un millón de miembros de esa minoría. Los rohingya son una minoría étnica musulmana indígena de Birmania, que se enfrenta a una discriminación religiosa y étnica sistemática.
Birmania, un país predominantemente budista, les niega la ciudadanía, al igual que Bangladés. En los últimos tres años, los ataques por parte de budistas han dejado cientos de rohingyas muertos y 140.000 atrapados en campamentos, en los que viven sin acceso a una atención sanitaria adecuada, educación o empleo.
Los kachines en Birmania
Otro grupo étnico víctima de la violencia genocida en Birmania son los kachines. El Ejército para la Independencia de Kachín (KIA, por sus siglas en inglés) está luchando en el Estado homologo, con una población de mayoría cristiana, contra el gobierno de los budistas.
En junio de 2011, un acuerdo de paz de 17 años se interrumpió y los combates entre el KIA y el gobierno birmano no paran desde entonces. La situación de seguridad allí sigue siendo tensa, con una gran presencia de tropas del Ejército birmano, minas terrestres, y continuos abusos presuntamente cometidos por las fuerzas gubernamentales, incluyendo violaciones y asesinatos.
Los no musulmanes en Nigeria, controlada por Boko Haram
La facción islamista Boko Haram, que lucha para establecer un califato en el norte de Nigeria, tiene como blanco a los cristianos y otras minorías en interminables ataques terroristas, masacres y secuestros.
El líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, ha declarado la yihad contra el cristianismo en Nigeria y se comprometió a atacar a la policía y funcionarios del gobierno. Genocide Watch ha puesto a Nigeria en su lista de "emergencia" de los países en riesgo de genocidio.
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Musulmanes y cristianos en la República Centroafricana
Tanto la ONU como funcionarios franceses han advertido del riesgo de genocidio por ambas partes de un conflicto permanente. Las milicias cristianas de autodefensa anti-Balaka cometen abusos contra las comunidades musulmanas minoritarias, mientras que la coalición rebelde mayormente musulmana, Seleka, también es acusada de graves abusos contra los cristianos.
A finales de 2014, miles de civiles habían sido asesinados por ambos bandos y más de 800.000 personas fueron desplazadas de sus hogares. Muchas de ellas huyen a países vecinos como refugiados.
Los dinka y los nuer en Sudán del Sur
Una disputa entre el presidente Salva Kiir y el vicepresidente Riek Machar, devino rápidamente en diciembre de 2013 en un conflicto abierto entre las fuerzas dinkas controladas por el Gobierno y la etnia nuer.
De acuerdo con Human Rights Watch, a raíz de los combates el pueblo étnico nuer fue sometido a asesinatos selectivos, registros de casas, detenciones masivas, detenciones ilegales, malos tratos y torturas.
En uno de los peores incidentes registrados, las fuerzas gubernamentales detuvieron en diciembre de 2013 entre 200 y 400 hombres nuer y los masacraron. En abril pasado, las fuerzas opositoras tras atacar la ciudad de Bentiu sacrificaron a cientos de civiles.