El Centro de Control de Misión ruso informó que no ha logrado hacer contacto con la telemetría de la nave espacial. Los especialistas trabajan en el problema y intentarán establecer contacto con el carguero en su siguiente giro alrededor de la Tierra, ya que por el momento se encuentra fuera de la zona de la radiovisibilidad.
"Tenemos tiempo suficiente para manejar la situación y acoplar la nave a la estación de manera prevista, aunque sea más tarde", dijo un representante del Centro de Control de Misión a RIA Novosti.
"La nave se encuentra en una zona de visibilidad, pero sus sensores no funcionan. Los especialistas están tratando de averiguar por qué", dijo un representante de la misión a la agencia Interfax.
Después de que el carguero se separara del cohete portador Soyuz-2.1a que lo transportó al espacio, no se recibió ninguna información de sus sensores.
"La nave continúa su vuelo. Según nuestra información, se han abierto las baterías solares, así que no hay problemas con la falta de energía", afirmó el representante del programa espacial.
La nave espacial rusa Progress M-27M fue lanzada este martes desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) a la Estación Espacial Internacional. La nave lleva un cargamento de más de 2,5 toneladas: combustible, oxígeno, alimentos, equipos para experimentos científicos, entre otras cosas. La nave también pretende llevar a la EEI los símbolos de la Gran Victoria sobre la Alemania nazi.
Estaba previsto que el acoplamiento del carguero con la Estación Espacial Internacional se llevara a cabo este martes a las 16:07 hora de Moscú, pero debido a la pérdida del contacto con su telemetría, el Progress M-27M realizará un vuelo de dos días.