La Junta Electoral de Madrid prohibió la concentración del 15M por ser el día de reflexión de cara a los comicios del domingo. Los delegados explicaron que la manifestación es contraria a la legislación electoral y en consecuencia no podría celebrarse.
Al respecto el portavoz de la Coordinadora 25-S, Ramón Walsh, apunta que la prohibición se debe a que este tipo de convocatorias no se somete a las reglas del juego político impuestas por los partidos que están en el poder.
Sin embargo el movimiento de los indignados previamente anunció su intención de manifestarse pese a la prohibición, puesto que el organismo no tiene poder para restringir las concentraciones.
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Y finalmente, la noche del sábado se manifestaron otra vez con un "grito mudo", según los convocantes, del mismo modo que lo hicieron hace cuatro años en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas en 2011.
"Cuatro años después, nueva jornada de reflexión y nueva convocatoria de movilización social. En esta ocasión, igual que cuando nacimos en las plazas, son muchas y muy variadas las voces que se han alzado discutiendo la legitimidad de ejercer el derecho de reunión el día previo a las elecciones municipales", señala el comunicado del movimiento 15M.