La FIFA y sus escándalos

El escándalo de corrupción que ha conllevado la detención de altos funcionarios de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) en mayo de 2015 no es el primero de la historia de la organización.

La organización, universalmente conocida por sus siglas en francés, FIFA, fue fundada en París en mayo de 1904. La FIFA se dedicó a fomentar la expansión internacional del fútbol como el deporte de equipo más popular. Está compuesta por 209 asociaciones nacionales. 

La FIFA tiene su sede central en la ciudad suiza de Zúrich. Reúne seis confederaciones de fútbol regionales, que corresponden a Norteamérica y Centroamérica, Sudamérica, África, Europa y Eurasia, Asia y Australia y Oceanía, entre otras que incluyen también equipos de fútbol sala y fútbol playa. Desde junio de 1998 está presidida por el suizo Joseph Blatter, elegido en el 51 Congreso de este organismo y reelegido posteriormente en tres ocasiones.

2002

Cuando expiraba el primer mandato de Blatter, el entonces secretario general de la organización, Michael Zen-Ruffinen, acusó a su superior de provocar casi 500 millones de dólares de pérdidas en los cuatro años en el cargo por mala administración y malversación. El informe acusatorio fue presentado a las autoridades de Suiza por ser este el país que alberga la sede central de la FIFA, y hubo un proceso legal que concluyó con la absolución de Blatter de todos los cargos.

2005

La FIFA respondió a una serie de denuncias sobre amaño de partidos con la creación de un sistema de alertas tempranas y monitoreo de las apuestas públicas para detectar aquellos partidos que pudieran estar manipulados.

2006

El entonces presidente de la Concacaf (Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe), Jack Warner, originario de Trinidad y Tobago, resultó salpicado por un caso de reventa de entradas para el Mundial de Alemania a través de una agencia de viajes de su propiedad. La FIFA no reaccionó de ninguna manera ante las repetidas denuncias sobre el caso.

2010

A cuatro días de las elecciones para elegir los países anfitriones de los Campeonatos Mundiales de 2018 y 2022, la BBC mostró en un documental unas comisiones supuestamente ilegítimas cobradas por antiguos directivos de la FIFA como el predecesor de Blatter en la presidencia de la organización, el brasileño Joao Havelange, su compatriota Ricardo Teixeira, durante su mandato como presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, y el expresidente de la Confederación Sudamericana Nicolás Leoz. El escándalo fue destapado por el periodista de investigación escocés Andrew Jennings.

Aquel mismo día el rotativo suizo 'Sonntags Zeitung' afirmó que contaba con una lista de responsables de la entidad que habían cobrado "millones". La Fiscalía de Suiza inició una investigación por presuntos sobornos contra Havelange y Teixeira, pero archivó el caso meses después.

Por primera vez en la historia del fútbol profesional, tres jugadores hondureños fueron suspendidos de por vida de toda actividad futbolística por amaño de partidos con su selección nacional.

Varios periódicos acusaron a cuatro miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA de aceptar sobornos basándose en una declaración del exsecretario general del ente Michel Zen-Ruffinen. Con respecto al tema la FIFA emitió un comunicado en el que criticaba la actitud de los periodistas por exponer el problema en lugar de condenar la situación denunciada. Poco después Zen-Ruffinen fue declarado persona non grata en la institución.

El periódico 'The Sunday Times' filmó con una cámara oculta al vicepresidente del comité ejecutivo de la FIFA, el francés Reynald Temarii, y un miembro del mismo, el nigeriano Amos Adamu pidiendo dinero a cambio de su voto. Primero fueron inhabilitados por la Comisión Ética durante 30 días y a continuación el primero por un año y el segundo por tres.

2011

El protagonista del escándalo con las entradas al Mundial de 2006, Jack Warner, fue acusado de sobornar a otros directivos del fútbol caribeño en nombre de un rival de Blatter en las elecciones a la presidencia de la FIFA. Además, él y también el presidente de la Conmebol, Nicolás Leoz, el responsable del fútbol brasileño y el responsable del fútbol tailandés, Ricardo Teixeira y Worawi Makudi respectivamente, supuestamente buscaban sobornos a cambio de emitir su voto a favor de Inglaterra como organizador del Mundial de 2018. El hecho fue denunciado ante la Cámara de los Comunes del Reino Unido por el expresidente de la Federación de Fútbol Inglesa, David Triesman.

A causa de aquellas dos revelaciones dimitió de sus funciones Warner, mientras que a Mohamed bin Hammam, el candidato catarí a favor del cual se ofrecían sobornos y entonces presidente de la Confederación Asiática de Fútbol, fue inhabilitado de por vida por conflicto de intereses y malversación de fondos.

Finalmente Joseph Blatter fue reelecto para un cuarto mandato como presidente de la FIFA. Ante la complicada situación con la transparencia de la decisiones propuso que a partir de aquel momento fuera el Congreso el que eligiera las sedes mundialistas, fundar un servicio para las denuncias de corrupción y reorganizar la Comisión de Ética, que pasó a estar formada por una junta de investigación y otra de decisión. La FIFA aprobó casi por unanimidad estas reformas.

La propia FIFA hizo público el denominado caso ISL, un escándalo acerca de la empresa que comercializaba los derechos audiovisuales sobre las competiciones en Brasil en los años 1990. La denuncia fue producto de una investigación interna que apuntó al séptimo presidente de la FIFA, Joao Havelange, el predecesor de Blatter de origen brasileño, y también a Ricardo Teixeira como destinatarios de sobornos millonarios de esa compañía.

2013

La revista 'France Football' acusó a las autoridades de Catar de haber comprado el Mundial de 2022. Señaló a Julio Grondona, el presidente de la Asociación de Fútbol Argentina, y a los ya mencionados Nicolás Leoz y Ricardo Teixeira, entre otros. La publicación deportiva descubrió también un caso de corrupción en el acuerdo del contrato de patrocinio con Qatar Airways firmado por Sandro Rosell, expresidente del club de fútbol Barcelona. Poco después ​Leoz renunció a su puesto en el Comité Ejecutivo de la FIFA y del Comité Organizador de Brasil 2014 por motivos de salud.

2014

El diario 'The Sunday Times' volvió a desenmascarar al catarí Bin Hammam publicando documentos que demostraban que había pagado unos 5 millones de dólares a altos responsables del fútbol africano para comprar el Mundial de Catar.

El exfiscal de Estados Unidos Michael García, que presidía el grupo de instrucción de la Comisión Ética de la FIFA, cerró la investigación sobre la concesión de las Copas Mundiales 2018 y 2022 con un informe de 350 páginas y lo trasladó a la cámara de decisión.

2015

El 27 de mayo la Fiscalía de Estados Unidos acusó de corrupción a nueve altos cargos de la FIFA y cinco jefes de empresas asociadas al funcionamiento del organismo deportivo. Bajo esta acusación en Suiza fueron detenidos dos vicepresidentes de la FIFA, el uruguayo Eugenio Figueredo y el británico de las Islas Caimán Jeffrey Webb, y también el director de Desarrollo, el nicaragüense Julio Rocha, un integrante de la organización de las competiciones de fútbol olímpicas, el brasileño José María Marín, un miembro de la Junta Ejecutiva, el costarricense Eduardo Li, el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Rafael Esquivel, y el agregado del presidente de la Concacaf Costas Takkas. Poco después el FBI registró las dependencias de este organismo regional en Miami (Florida).

El exvicepresidente de la FIFA Jack Warner se entregó a la Policía en Trinidad y Tobago. Respecto al funcionario del fútbol jubilado Nicolás Leoz, de 86 años, las autoridades de Paraguay, su país de origen, expidieron una orden de captura y extradición, una amenaza que aplazaron después de que Leoz fuera ingresado en un hospital por problemas de salud.

Sepa más: Las claves para entender el escándalo de corrupción de la FIFA

Los patrocinadores generales de la FIFA, VISA y McDonald's, expresaron su preocupación por el escándalo. Sobre el ente rector del fútbol se cierne la amenaza de una revisión de sus contratos con estas compañías.