Alegando una supuesta violación por parte de Rusia del tratado firmado en 1987 sobre misiles nucleares de mediano y corto alcance (INF, según sus siglas en inglés), la administración de Obama está considerando tres opciones de respuesta militar, informa AP. Dichas alternativas incluyen fortificaciones para interceptar un misil que viole el tratado, la opción de "contrafuerza" para atacar a misiles de manera preventiva, y las "capacidades de ataque compensatorio" que implican el uso potencial de fuerzas nucleares.
Robert Scher, uno de los asesores de política nuclear de Ash Carter, el secretario de Defensa, declaró en abril que "contrafuerza" significa que pueden "atacar al misil donde esté en Rusia". Otro oficial del Pentágono, Brian McKeon, anunció en diciembre que esta opción incluía un potencial despliegue de misiles de crucero lanzados desde tierra en Europa.
Por su parte, en marzo de 2015, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, señaló que Rusia había sugerido en varias ocasiones que EE.UU. hiciera públicas las pruebas de sus alegaciones, "en lugar de una acusación infundada". No obstante, estas peticiones no fueron satisfechas.
A su vez, el director del Departamento del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia para la No Proliferación y el Control de Armamentos, Mijaíl Uliánov, expresó que las "infundadas" acusaciones de EE.UU. "ofrecen la impresión de que el objetivo es intentar desacreditar a Rusia y presentarlo como un país incumplidor de los compromisos internacionales".