China: "Una tercera guerra mundial es poco probable"

Según el nuevo libro blanco de China, cambios profundos afectan a la situación internacional, en el equilibrio del poder, la estructura de la gobernanza global y el paisaje geoestratégico de la región Asia-Pacífico. Además, se intensifica la competencia internacional en los ámbitos económicos, científico-tecnológico y militar, mientras que para China una fuerte defensa nacional es una cuestión clave, de acuerdo con la nueva doctrina militar.

"En un futuro próximo, es poco probable una guerra mundial, y se espera que la situación internacional permanezca generalmente pacífica. Sin embargo, existen nuevas amenazas de hegemonismo, de política del poder y neo-intervencionismo", reza el documento. Las acciones terroristas son cada vez más preocupantes y el mundo todavía se enfrenta a la amenaza de las guerras locales, se destaca en el documento.

La doctrina militar de China es pacífica pero Pekín responderá a cualquier ataque de manera inmediata 

El documento identifica las principales amenazas para el país asiático, que, tradicionalmente, pasan por la tensión en la península coreana, el problema de Taiwán y las islas en disputa con sus vecinos. A ello se añaden la situación en la región china de Sinkiang, donde el Gobierno federal se enfrenta a los independentistas uigures, así como el separatismo en el Tíbet y la piratería en los mares por los que Pekín recibe el petróleo.

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Gran parte del documento lo ocupa la descripción de los planes de desarrollo de las fuerzas armadas del país, centrándose sobre todo en la Armada. En cuestión de armas nucleares, Pekín reconoce su retraso tecnológico en relación con otros países y no busca la paridad con ellos, aunque advierte que mantendrá su arsenal al nivel necesario para lanzar un posible ataque. La mayor tarea para todo el Ejército es su "informatización" completa para 2020 y la creación de las fuerzas de respuesta rápida: 300.000 personas capaces de llegar a cualquier lugar de China en diez horas tras recibir la orden. 

No obstante, el gigante asiático espera "reforzar junto con el resto del mundo los esfuerzos para mantener la paz, buscar el desarrollo y compartir la prosperidad" a fin de evitar que el mundo se enfrente a un nuevo conflicto global.

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