La suposición de que el teléfono de la mandataria había sido 'hackeado' se basaba en documentos filtrados por el excontratista de la CIA Edward Snowden. Causó una indignación sin precedentes en Berlín.
No se han encontrado pruebas de la intercepción ni de que los documentos denunciantes procedan de la base de datos de la NSA, detalla la revista alemana 'Der Spiegel', haciendo referencia al fiscal general de Alemania, Harald Range.
La decisión no es ninguna sorpresa. En su conferencia de prensa anual el pasado diciembre, Range fue extremadamente escéptico al valorar las posibilidades de éxito de la investigación, subraya la revista.