Los mexicanos y los estadounidenses de procedencia mexicana no se han mordido la lengua tras los nuevos ataques del magnate Donald Trump. El multimillonario, que nunca ha escatimado injurias en dirección a México, en general, y en contra de los mexicanos, en particular, como Alejandro González Iñárritu, al parecer ha decidido hacer de la retórica antimexicana la base de su campaña electoral para las presidenciales de EE.UU.
El secretario de Gobernación mexicano, Miguel Ángel Osorio Chong, ha calificado de "prejuiciosas y absurdas" las declaraciones de Trump contra los inmigrantes mexicanos que, según él, "traen drogas, traen delincuencia y son violadores". Trump busca llamar la atención mediática y "no sabe y no conoce seguramente la aportación de todos los migrantes de prácticamente todas las naciones del mundo que han llegado a apoyar, a respaldar el desarrollo de los EE.UU.", opina Osorio Chong.
"Parece que a Trump le cuesta demasiado separar los hechos de la ficción", declara a la revista 'Forbes' Arturo Vargas, Director Ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados. "Desarrollar una política exterior racional para el vecino y el socio comercial de EE.UU. más importante no es un 'reality show' de la tele", agregó, refiriéndose a que Trump presenta el programa de televisión 'The Apprentice'.
Según Pablo Manriquez, director de los Medios Hispanos del Comité Nacional Demócrata, "la absoluta falta de respeto a los mexicanos e inmigrantes" de Trump no son nada más que un estrategia antiinmigrante a la que siempre acuden los políticos republicanos en vísperas de elecciones, solo que, en el caso del magnate tiene "menos embalaje y acabado".