"Algunos prefieren el guion militar, hay quienes buscan que la situación empeore", afirmó Lavrov. Pero los cuatro ministros [de Exteriores, que forman el cuarteto] mostraron su firme rechazo a esos intentos, para que Minsk-2 sea un fundamento para los esfuerzos comunes".
El ministro destacó la necesidad de "aprobar lo antes posible una decisión sobre la desmilitarización de Shirókino", un pueblo donde los observadores de la OSCE tienen constancia de una alta concentración de maquinaria pesada por parte de las tropas de Ucrania y donde se registran repetidos tiroteos con los milicianos de Donbass.
"Minsk-2 no tiene ninguna alternativa", agregó el diplomático con referencia a la continuación de las negociaciones sobre el arreglo de la situación en Ucrania en el mismo formato que permitió a finales del año pasado llegar a un acuerdo básico.
Horas antes, en la capital francesa, Serguéi Lavrov participó en los debates sobre la implementación de los acuerdos de Minsk y el fomento del diálogo entre Kiev y las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk.
Al mismo tiempo en Minsk tuvo lugar una reunión tripartita del grupo de contacto para resolver la situación en el este de Ucrania. Al concluir la mesa de negociaciones los participantes señalaron que se pudo debatir en detalle sobre las cuestiones de recuperación de la infraestructura en Donbass y los pagos a los jubilados. El representante de la república autoproclamada de Lugansk, Vladislav Deinego, apuntó que "pronto se prevé el canje de prisioneros".