Grecia ha entrado en el club de países que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha declarado en situación de impago junto a Somalia, Zimbabue y Sudán. No obstante, el mayor peligro para Atenas en este momento es no poder pagar su deuda con el Banco Central Europeo (BCE), asegura Matt O'Brien en su blog de 'The Washington Post'. Tiene como fecha tope el próximo 20 de julio.
Según el analista, si Atenas no es capaz de hacer frente a su deuda el BCE dejará de ayudar a su sector bancario. Entonces, a Grecia le quedarían solo dos opciones: solicitar a los acreedores un nuevo crédito o imprimir su propio dinero, lo que, a su vez, implicaría la salida de Grecia de la zona euro.
Asimismo, en lo que se refiere al referéndum sobre el programa del rescate y al 'default' con el FMI, el periodista supone que constituyen una herramienta para obtener algo más de los acreedores. A su vez, el primer ministro griego Alexis Tsipras ha declarado este viernes que el 'No' en el referéndum podría ayudar a los griegos a obtener poder adicional para negociar un acuerdo sobre la deuda griega.
Además, Tsipras ha exigido al FMI una rebaja del 30% y un período de gracia de 20 años como única forma de hacer que la deuda griega sea sostenible.