En México hay un total de tres prisiones de máxima seguridad, informa Univisión. Guzmán ya puso a prueba una de ellas, la de Puente Grande, en Jalisco, en 2001; y el centro penitenciario suspendió el examen: el que se considera el narcotraficante más rico del mundo logró escapar y se mantuvo fugitivo durante los siguientes 13 años.
Una vez vuelto a capturar, en febrero de 2014, las autoridades mexicanas consideraron que El Altiplano era una fortaleza inexpugnable e impenetrable y, por lo tanto, segura para recluir a El Chapo. El centro tiene una superficie de 260.000 metros cuadrados: de esa extensión, 27.900 metros cuadrados corresponden a instalaciones de la prisión, mientras que el resto se utiliza como área de seguridad, sala de espera y estacionamientos.
Sus paredes han sido reforzadas hasta tener un metro de grosor. Las celdas son individuales (al menos en teoría) y cientos de guardias fuertemente armados controlan el penal constantemente. Completaban las medidas de seguridad de la cárcel torres de vigilancia, alambre de púa y la restricción de la transmisión celular 10 kilómetros a la redonda para impedir las comunicaciones entre los internos y el exterior.
Cuando El Chapo fue encarcelado en El Altiplano, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, declaró que sería "imperdonable" que volviera a escapar. Sin embargo, según las encuestas realizadas en la época, casi un 70% de los mexicanos se mostraron escépticos sobre la seguridad que podían ofrecer las autoridades y pronosticaron que Guzmán conseguiría fugarse de nuevo. Y así ha sucedido, provocando una avalancha incesante de burlas entre los mexicanos.
Aún más: si para huir de Puente Grande el narcotraficante necesitó más de nueve años, en El Altiplano le bastó con menos de un año y medio.
Los guardias del penal no solo no se dieron cuenta de los amplios preparativos para la fuga, sino que tampoco pueden indicar exactamente la hora de la huida de Guzmán. Se comunica únicamente que a las 20:00 (hora local) se le había suministrado su dosis diaria de medicamento, pero no se detalla el intervalo que transcurrió hasta que se detectó su ausencia en la celda mediante el sistema de videovigilancia.
La 'liberación' de El Chapo tuvo unos preparativos propios de una película. Al revisar su celda, en el área de la ducha se encontró una boca de túnel de unos 50 por 50 centímetros y 1,5 metros de profundidad, ha informado Monte Alejandro Rubido García, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de México (SNSP), en una rueda de prensa.
Este primer túnel comunicaba con un conducto vertical de aproximadamente 10 metros de profundidad habilitado con una escalera. A su vez, este conducto llevaba a un túnel de 1,7 metros de altura y de 70 a 80 centímetros de ancho y de más de 1,5 kilómetros de largo.
El túnel contaba con tuberías de ventilación y alumbrado. Dentro se encontraron instrumentos de construcción, tanques de oxígeno, recipientes con combustible y madera de cimbra. Entre otros objetos se encontró, además, una motocicleta adaptada sobre rieles que servía para extraer la tierra resultante de la excavación y transportar las herramientas y la maquinaria utilizadas para perforar. El pasaje desembocaba en unas obras de construcción situadas al suroeste del centro federal.